El regreso de Dejounte Murray a San Antonio tuvo ciertos toques surrealistas. El recibimiento de su antigua afición fue cálido, pero el partido discurrió por un camino inaudito: Atlanta Hawks perdió tras meter 83 puntos en la primera parte y solo 35 en la segunda.
Ese contraste brutal entre la primera mitad y la segunda tiene tintes poco comunes, por no decir inéditos. Pocas veces en una cancha de baloncesto se ve algo así, como poco común es lo que le ha pasado a los Spurs, que el viernes perdieron con Memphis tras desperdiciar 29 puntos de ventaja y que dos días después han ganado 126-118 a Atlanta tras recuperar 24 puntos de desventaja.
Vista la primera parte nadie hubiera apostado por el equipo local, porque se hacía impensable que estos Spurs fueran a lograr una de las mayores remontadas de la ya eterna etapa de Popovich en el banquillo.
La primera mitad terminó 61-83 tras meter Atlanta 40 en el primer cuarto y 43 en el segundo. Y todo ello a pesar de la casi inexistencia de Trae Young en ataque, un Trae Young que estaba tocado y que hizo un partido nefasto.
En esa primera parte, Atlanta metió el 60,4% de sus tiros lanzando 53, se acercó al 50% desde el triple, hizo un 14 de 14 en libres, sumó 17 asistencias y solo perdió 5 balones.
La segunda parte terminó con un brutal 65-35 en el marcador, con los Hawks en un 33,3% en el tiro, un 0 de 10 desde el triple, un 3 de 6 en libres, solo 4 asistencias y 7 pérdidas. Lo único coincidente fue que Trae Young estuvo tan mal en la primera como en la segunda.
San Antonio tiró de orgullo tras el descanso, mostrándose como un equipo físico, competitivo, tenaz e inasequible al desaliento. Y terminó ganando a unos Hawks que pasaron del todo a la nada sin previo aviso, para terminar firmando un estrepitoso fracaso.
Spurs tuvo a Keldon Johnson con 29 puntos, 12 rebotes, 5 asistencias y un 13 de 21 en campo y a Devin Vassell con 29 puntos, 12 de 17 en campo (incluidos 5 triples anotados). Fueron los dos motores del equipo. Y Zach Collins firmó 19 puntos y 8 rebotes.
Hawks tuvo como máximo anotador al regresado Murray, que jugó su primer partido en San Antonio desde que los Spurs le traspasaron. Aplausos, vídeo tributo y, en general, muy buena acogida. Hizo 22 puntos y 8 asistencias.
Destacar en Atlanta los 17 puntos de Onyeka Okongwu, los 15 más 12 rebotes de Clint Capela y la primera parte tanto de Bogdan Bogdanovic como, sobre todo, de A.J. Griffin.
Trae Young tal vez no debió jugar. Nunca estuvo en juego de una forma real. Acabó con 9 puntos y un 4 de 15 en el tiro.