El poder como local de Memphis Grizzlies (marca de 29-5 en casa) se impuso a la fragilidad como visitante de Golden State Warriors (7-29 fuera de su feudo). Los californianos suman ya 11 derrotas seguidas lejos de su público.
Venció Memphis 133-119 para seguir mostrando su fortaleza como colectivo a pesar de jugar sin Ja Morant, Steven Adams y Brandon Clarke.
Lo hizo a partir de la aplastante superioridad de los titulares locales frente a una titularidad visitante que fue aniquilada a lo largo del partido.
Jaren Jackson Jr. lideró a los suyos con 31 puntos, 7 rebotes y 4 tapones y Tyus Jones volvió a ofrecer toda una clase magistral de dirección de juego con 14 asistencias sin pérdida de balón alguna, a lo que añadió 13 puntos.
Pero Memphis fue mucho más. Fue la precisión ofensiva de Desmond Bane (26 puntos) y Dillon Brooks (18 puntos, con 4 de 4 desde el triple). Fue el saber estar en la pintura de Xavier Tillman (14 puntos y 10 rebotes) y la aportación desde la suplencia de Luke Kennard, cada vez más acomodado a su nuevo equipo, y David Roddy. Y fue la capacidad de frenar cualquier ímpetu ofensivo de Stephen Curry y Klay Thompson.
No fue la mejor noche de Santi Aldama (4 puntos y 3 rebotes en 18 minutos), pero poco importó a nivel colectivo para su equipo.
Warriors volvió a suspender la asignatura de la defensa, a partir de una falta de actitud que se ha convertido en recurrente a lo largo de la temporada. El 71-59 de la primera parte hablaba bien a las claras de la falta de compromiso defensivo del equipo de Steve Kerr. Insistimos: llueve sobre mojado.
El tercer cuarto fue un pequeño alivio para los de San Francisco gracias a una inusual conjunción de circunstancias, sobresaliendo el hecho poco común de que Warriors en un cuarto dispusiera de 19 tiros libres. El cuarto acabó 104-100 después de que los visitantes metieran 41 puntos, con Jordan Poole en su momento estelar, anotando 17 en el cuarto con 9 de 9 en libres.
Pero fue un espejismo, porque en el último cuarto lo que le falló a Warriors no fue tanto la defensa como lo fue el ataque. Parcial de 21-3 en contra como destrucción definitiva del partido y Warriors metiendo 19 puntos en los 12 minutos de definición, demostrándose que el único equipo con vocación defensiva en el FedExForum era Memphis.
Los Grizzlies metieron en el partido el 54,7% de sus tiros de campo, constituyeron una amenaza desde el triple, sumaron 35 asistencias y solo perdieron 6 balones, en parte por su habilidad para compartir la bola y en parte por el descrédito defensivo del rival. Y a Golden State le salvó de la debacle total su segunda unidad, que se fue hasta los 65 puntos.
Volvió Draymond Green tras su sanción de un partido por acumular 16 técnicas, y como si nada, porque Green fue más parte del problema que de la solución.
Esta vez los Warriors no se pudieron encomendar ni a Stephen Curry (16 puntos) ni a Klay Thompson (14). Entre los dos hicieron un 11 de 32 en campo, con 5 de 17 desde el triple.
En realidad, los mejores de Golden State fueron los suplentes Jonathan Kuminga, autor de 24 puntos y 8 rebotes, y Jordan Poole, 21 puntos gracias a su explosión ofensiva en el tercer cuarto.
Memphis está empatado en la segunda posición del Oeste con Sacramento, con registro de 43-27, y Golden State es séptimo con 36-36 en una decepcionante temporada regular para los defensores del título.