El dorsal 16 de Pau Gasol ya está en el reino celestial de los Lakers, a esa altura a la que solo llegan los grandes muy grandes, los mitos, las leyendas, los jugadores que han sido capaces de hacer historia en una franquicia. Pau ha adquirido este 7 de marzo la inmortalidad en un equipo de la máxima proyección mundial.
Pau llegó al Crypto.com Arena, al antiguo Staples Center en el que consiguió dos anillos con Lakers, como si fuera una estrella de cine, con el cartel al estilo de Hollywood o Broadway en el que se podía leer que era su noche, la noche de la retirada de su camiseta, entrando a un pabellón teñido por completo de amarillo, con una camiseta con el 16 de Gasol por cada uno de los asientos existentes en el graderío. La imagen resultaba impresionante.
Como impresionante era ver dentro de las instalaciones un pequeño museo en torno a él, con sus camisetas de Lakers y de la selección española, con balones, con zapatillas...
La retransmisión televisiva del Lakers-Grizzlies, sus dos equipos más importantes en la NBA, proyectaba vídeos de Gasol en los tiempos muertos, hacía preguntas de trivial en torno a su figura, y los típicos concursantes del público en la pista portaban camisetas de Pau, así como las presentadoras.
Se proyectaron por los videomarcadores mensajes de felicitación de Sasha Vujacic, Metta World Peace, Derek Fisher -los tres estuvieron además físicamente en la celebración, como lo estuvieron Lamar Odom y Jordan Farmar, entre otros-, Phil Jackson ("Gracias por esta enorme carrera. Te lo mereces", dijo el Maestro Zen), Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar (que cerró sus palabras con un "felicidades" en español). Estos tres últimos también presentes físicamente en la cita, además de haber grabado los vídeos correspondientes.
También en el pabellón exjugadores españoles como Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Felipe Reyes o Raúl López, así como los jugadores en activo Juancho Hernangómez o Santi Aldama, que quiso llegar a la NBA cuando era niño y vio jugar a Pau, porque Aldama era hoy rival de los Lakers con su equipo, Grizzlies.
Phil Jackson no se quiso perder el reconocimiento a su pupilo, aunque prefirió ocupar un segundo plano, situándose en un palco del pabellón.
Y en algún lugar del pabellón también se hallaba un viejo conocido de Pau, el incombustible Mike Fratello, quien fue su entrenador en los Grizzlies, así como el jugador de Miami Heat Jimmy Butler, excompañero de Pau en los Bulls, que se fundió en un abrazo con el homenajeado a pie de pista.
Enorme ovación de la grada cuando Gasol se incorporó en el segundo cuarto a la primera fila, junto a la pista, con su hija mayor en brazos.
Y luego la ceremonia, con el 16 de Gasol desvelándose en lo alto junto a las camisetas de Kobe Bryant, Magic Johnson, James Worthy, Kareem Abdul-Jabbar, Shaquille O'Neal, Jerry West, Elgin Baylor, Wilt Chamberlain... y al lado de los estandartes correspondientes a los 17 títulos de la franquicia. Impresiona. Y mucho. Es Gasol el duodécimo jugador al que Lakers retira el dorsal.
Ese momento, el de la camiseta desvelada en lo alto del pabellón, resultó particularmente emocionante, con la emoción a flor de piel, con los ojos acuosos de Gasol mirando a lo más alto.
Y llegó el discurso, micrófono en mano con sus dos anillos en los dedos, en el que no faltaron los agradecimientos, su profundo sentir Laker, su recuerdo a Kobe Bryant, su vista atrás rememorando el título ganado en 2010 ante los Celtics, su gratitud hacia todos.
"No esperaba tanto", dijo el jugador catalán, que declaró su amor a Los Ángeles y a los Lakers: "A la ciudad de L.A., a la Nación Laker: os quiero".
Hubo gritos de "Pau, Pau, Pau...". También de "Kobe, Kobe, Kobe". Gasol tuvo palabras para Mitch Kupchak, para Phil Jackson, para su entorno más próximo, para su familia.
Todo terminó con la foto de familia en mitad de la pista. En esa foto estaba Pau, sus padres, su mujer Cat y su hija y su hijo, sus hermanos Marc y Adria, y parejas, Jeannie Buss, Vanessa Bryant y Rob Pelinka. Todo el poder Laker arropando al español.
Pau Gasol ha hecho esta noche historia en el baloncesto español obteniendo un logro impensable cuando llegó a la NBA. Es el séptimo europeo en ver retirada su camiseta en la NBA. Y nada menos que en los Lakers, un logro que se agranda por la grandeza de la franquicia en la que ya es inmortal.