Ricky Rubio sigue quemando etapas de cara a su inminente regreso y la última que ha trascendido es su participación esta semana en un partidillo de entrenamiento con integrantes de Cleveland Charge, el equipo de la G League afiliado a Cleveland Cavaliers.
Los que pudieron verle en acción en la pista aseguran que les transmitió buenas sensaciones.
Los médicos del club ya dieron luz verde al jugador en los primeros días de diciembre para ejercitarse sin restricciones en el cinco contra cinco, pero ya entonces su entrenador, J.B. Bickerstaff, enfrió las expectativas afirmando que los Cavs no iban a precipitarse a la hora de volver a poner en juego a su base.
Rubio sufrió una lesión en el ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda el 28 de diciembre de 2021, cuando se encontraba en un estado de forma envidiable y cuando estaba completando un gran partido.
En apenas 5 días se cumplirá un año exacto de aquella lesión, un tiempo que no ha sido fácil para el jugador, que se perdió todo lo que quedaba de la pasada temporada, que vio cómo su equipo, Cleveland, se veía obligado a cortarle y que no pudo estar en el Eurobasket 2022 con España, torneo en el que el combinado español consiguió la medalla de oro.
Hace un par de meses se estimaba que la vuelta de Rubio llegaría en diciembre, pero ahora mismo todo apunta a que, salvo sorpresa mayúscula, ese regreso llegará en enero.
El jugador catalán ya tuvo esta misma lesión -ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda- hace 10 años, cuando jugaba en Minnesota, y evidentemente tardó menos tiempo en recuperarse y la rehabilitación le costó menos esfuerzo, según ha reconocido el propio Rubio, algo lógico, porque Ricky tiene ahora 10 años más y una enorme carga de trabajo extra en el cuerpo.
Que sigue sin haber prisas es evidente. Cleveland está funcionando muy bien, no hay necesidad de forzar la situación y en ese doble axioma están de acuerdo tanto el equipo como el jugador.