A priori, visto este inicio de temporada, Cleveland Cavaliers parecía un equipo poco accesible para estos Lakers, y trasladada la teoría a la pista esa estimación resultó de lo más veraz: cómoda victoria de los Cavs por 14 puntos (100-114).
Los Cavs recuperaban a su línea exterior de lujo y esa línea exterior de lujo, Donovan Mitchell y Darius Garland, hizo daño a unos Lakers cuyo ataque se evaporó por completo en la segunda mitad, en cuanto su rival empezó a defender en serio, para dejar a los locales en solo 36 puntos tras el descanso, firmar su octavo triunfo consecutivo y ponerse 8-1 en la clasificación.
No lograban los de Ohio una racha así desde 2017, último año de LeBron James en Cleveland. Por cierto, un LeBron James que no perdía ante el equipo de su estado natal desde 2011, ya que esta ha sido su segunda derrota ante los Cavs en los 19 enfrentamientos que ha mantenido con ellos a lo largo de su carrera en temporada regular.
Estos Cavs son un lujo. Pueden permitirse que un chico de la calidad de Evan Mobley se marque un partido gris, poco importa si se tiene una plantilla tan profunda y equilibrada como la que maneja J.B. Bickerstaff.
Donovan Mitchell lideró las operaciones de su equipo con 33 puntos, a pesar de su errática jornada desde el triple, Darius Garland añadió 24 puntos y 7 asistencias, Jarrett Allen ayudó con 16 puntos y 11 rebotes (todos los puntos anotados en una fantástica segunda mitad) y Kevin Love firmó un escueto doble-doble en solo 20 minutos de juego, siendo la cabeza de una segunda unidad de Cleveland que dominó la pista en los minutos que dispuso, con el citado Love, Osman y Wade moviéndose en muy buenos guarismos colectivos, y los dos primeros funcionando en ataque cuando Cleveland pisó el acelerador.
Lakers, por su lado, tuvo a LeBron James con 27 puntos. Y se acabó. Lo de Anthony Davis (19 puntos y 12 rebotes) empieza a ser preocupante y recurrente. Su modo de desaparecer en las segundas partes ya no sorprende, y puede estar, evidentemente, muy ligado a su precario físico. Hoy se ha vuelto a marcar una primorosa primera mitad para solo anotar 2 puntos en la segunda. Y Russell Westbrook hizo 19 puntos y 10 asistencias, metió 3 triples de 5 intentos, pero perdió nada menos que 7 balones.
No jugó Pat Beverley, por encontrarse enfermo, y su sustituto como titular, Kendrick Nunn, mostró un baloncesto tan desastroso como el de Beverley en este inicio de curso.
El mexicano Juan Toscano-Anderson dispuso de 11 minutos y metió 2 puntos.
Lakers empezó como un tiro. En el primer cuarto ya dominaba por 12 puntos (21-9). Para alcanzar el descanso ganando 64-58 pese a los 42 puntos (21 por cabeza) de Mitchell y Garland.
La segunda mitad fue otra historia. Cleveland se puso a defender y el ataque de Lakers se resumió en el orgullo personal de LeBron, y poco más. Los angelinos encajaron un 36-56 tras el intermedio, y en la segunda parte solo metieron el 36,6% de sus tiros de campo, solo forzaron 4 tiros libres, anduvieron flojos en el rebote y perdieron 8 balones, no aprovechando el desastroso desempeño de Cavs desde el triple en los dos últimos cuartos.
Los visitantes se llegaron a poner con 17 de ventaja (85-102) con un alley-oop entre Garland y Allen. Restaban 6:43 para el final. Y repitieron esa holgada ventaja a 4:50 de la conclusión con un 92-109 que desató el fin de las hostilidades, con Darvin Ham pidiendo un tiempo muerto y firmando la rendición sacando de la pista a sus pesos pesados.
Tras esta derrota, Lakers se pone en la tabla con un paupérrimo 2-7.