La NBA ha abierto una investigación a los Sixers por una posible alteración de las normas del mercado en la firma de los contratos de James Harden, P.J. Tucker y Danuel House, según informa el periodista de ESPN Adrian Wojnarowski.
Harden renunció a la opción de jugador de 47,4 millones de dólares que tenía para la temporada 2022-2023 y ya como agente libre suscribió un acuerdo con Sixers de 68,6 millones por 2 años, con un salario en el curso 2022-2023 de 33 millones de dólares.
Gracias a esa sustancial rebaja de 14,4 millones en el primer año de contrato, Philadelphia tuvo una mayor flexibilidad salarial que le permitió afrontar las contrataciones de Tucker y House.
El presidente de Operaciones de Baloncesto de la franquicia, Daryl Morey, está en el punto de mira de la NBA porque se sospecha que llegó a un acuerdo verbal con Harden previo a que este renunciara a su opción de jugador, con el objeto de firmar con él un nuevo contrato que hiciera viable reforzar la plantilla.