Hay vida más allá de Luka Doncic. Al menos, por ahora. Dallas Mavericks sobrevivió a la baja de su gran estrella gracias a las desbordantes actuaciones de Jalen Brunson y Maxi Kleber. El primero ejerció de Doncic y el segundo hizo a su manera de Nowitzki, su paisano de Wurzburgo.
Dallas venció 110-104 a unos Jazz que perdieron una oportunidad mayúscula para situarse 0-2 en la serie ganando los 2 partidos iniciales en Dallas. Lejos de eso, el 1-1 con el que queda la eliminatoria alimenta las esperanzas de un equipo texano que parecía destinado a la bancarrota.
Lo de Brunson fue colosal. Jugador poseedor de una técnica prodigiosa, el fenomenal zurdo de los Mavs tuvo una noche de lujo tras empezar a tope en el primer cuarto. Terminó con 41 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias, 15 de 25 en el tiro de campo (con 6 triples de 10 intentos)... y todo ellos sin pérdidas de balón. Para enmarcar el partido del base titular de Mavericks, que hizo la mayor anotación de su carrera NBA.
Lo de Kleber no le fue a la zaga. Partió como suplente, pero ejerció de hombre clave con sus 25 puntos y 6 rebotes tras meter 8 triples de 11 intentos, un acierto asombroso, más aún si se tiene en cuenta que el alemán llevaba un 19% desde el triple en los partidos posteriores al All-Star.
Y fue ese el gran poder de Dallas: el triple. Los locales metieron 22 triples, récord histórico de la franquicia en playoffs, rozando el 50% de efectividad. Una tromba desde la lejanía que mató a los Jazz.
Sabían los Mavs que la zona era terreno vedado. Primero, porque Dallas no tiene jugadores interiores poderosos; segundo, porque Utah dispone de un muro llamado Ruby Gobert. Y actuaron en consecuencia: el partido tenían que afrontarlo desde fuera, viviendo del acierto exterior, y este fue mayúsculo.
Spencer Dinwiddie, irregular en el tiro, aportó 17 puntos y 6 asistencias y Reggie Bullock contribuyó al triunfo desde los dos lados de la cancha.
El otro punto fuerte de Dallas en el triunfo fue su controlada ofensiva, ya que los de Jason Kidd solo perdieron 3 balones en los 48 minutos de juego.
Con todas esas cualidades, los Mavs compensaron su notoria inferioridad en la pintura, cediendo el rebote de forma aplastante ante unos Jazz que volvieron a desaprovechar en ataque la opción de Gobert, que terminó con 8 puntos y 17 rebotes.
Donovan Mitchell lideró a los visitantes con 34 puntos, volviendo a ejecutar 30 tiros, un ejercicio excesivo teniendo en cuenta la plantilla de Utah, Bojan Bogdanovic hizo 25 con un 60% en el tiro y Jordan Clarkson anotó 21 en 23 minutos de juego.
Horrible partido de Mike Conley (0 puntos con 0 de 7 en el lanzamiento) y 7 minutos de juego para el español Juancho Hernangómez, que no anotó, pero que sumó 3 rebotes y 3 asistencias.