Denver Nuggets ha derrotado 122-109 a Memphis Grizzlies para meterse en los playoffs con un Nikola Jokic histórico. El serbio es el primer jugador en la historia de la NBA en lograr en una temporada 2.000 puntos, 1.000 rebotes y 500 asistencias.
Nadie duda ya de la dureza mental y física del serbio. Esta noche, sin ir más lejos, tuvimos una prueba más de esa capacidad para afrontar cualquier reto que se le presenta al vigente MVP de la NBA. A los 45 segundos de juego recibió un durísimo codazo involuntario en la cabeza por parte de Jaren Jackson Jr. y empezó a manar abundante sangre por la frente de la estrella local. Se fue a la banda, fue atendido mientras el partido seguía en juego y más tarde se reintegró a la pista como si nada, como si ese golpetazo en la cabeza no hubiera hecho más que espolearle.
Primero jugó con una mancha roja en la cabeza que era signo de detención de hemorragia, para luego abordar el juego de un modo inusual para Jokic, con una cinta roja en la cabeza. Dio igual. El serbio ofreció otra magistral danza baloncestística en la cancha para firmar 35 puntos, 16 rebotes, 6 asistencias, 4 robos de balón y 16 de 24 en el tiro de campo. Un auténtico escándalo de jugador que se asoma a su segundo MVP con permiso de Embiid y Antetokounmpo.
Si fuera por méritos, los de Jokic son mayúsculos, porque con su temporadón ha clasificado para jugar los playoffs a un equipo que ha estado toda la temporada sin Jamal Murray y Michael Porter Jr.
Hoy el partido se presentaba como otra final para Nuggets. Era ganar o ganar para dejar atrás definitivamente a Minnesota, y la ventaja adicional para Denver era que se enfrentaba a un equipo cansado y sin alicientes, ya que su temporada regular ya está hecha. Por ello, el triunfo local y la clasificación resultaron fáciles.
El equipo de Michael Malone se presentó en el descanso ganando 70-53 con 20 puntos de un gran Aaron Gordon, que terminó el partido con 22. Y al final del tercer cuarto la ventaja ya era de 27 puntos, llegando a estar los Nuggets 30 arriba en dicho cuarto.
Por eso, el 122-109 final resulta engañoso, ya que fue producto de la relajación de los de Colorado en la recta final del juego.
Denver contó también con 16 puntos de Will Barton y con una muy buena noche del joven Bones Hyland, que facturó 16 puntos y 7 asistencias en 21 minutos tras meter 4 triples de 5 intentos.
Facundo Campazzo jugó 3 minutos intrascendentes, cuando el partido estaba ya decidido.
Denver fue otra vez el milagro de Jokic, con el equipo en un 55% en el tiro de campo y venciendo fácil a pesar de sus 17 pérdidas de balón.
Lo mejor de Memphis radicó en sus jugadores reservas, que anotaron 66 puntos y rindieron muy por encima de los titulares.
Memphis, que había ganado siempre esta temporada a Denver, tuvo a 7 jugadores en dobles dígitos anotadores, pero nadie destacó. De hecho, su máximo anotador del partido, Desmond Bane, solo metió 14 puntos.
El español Santi Aldama aprovechó muy bien los 9 minutos que tuvo, haciendo 8 puntos y 5 rebotes.