Phoenix Suns arruinó la gran noche de Jordan Poole, una noche agridulce para el jugador de Warriors porque después de hacer uno de los mejores partidos de su vida terminó ejecutando un tiro inexplicable en el momento decisivo del partido.
La buena noticia para Warriors es que aguantó el tipo hasta el final ante Suns a pesar de jugar sin Stephen Curry; la mala radicó en que la derrota le sitúa cuarto en el Oeste superado por Dallas.
Phoenix, mientras, vive en su fortaleza inexpugnable, la fortaleza del mejor equipo de la NBA en estos momentos, y con mucha diferencia, a espera de lo que los playoffs dicten, que esa puede ser o no otra historia.
Los de Monty Williams vencieron en San Francisco 103-107 para sumar 9 victorias consecutivas y ponerse con marca de 62-14, igualando con esos 62 triunfos el mayor número de victorias de la historia de la franquicia en una temporada, ¡y todavía le restan 6 partidos por jugar!
La historia del partido fue la historia de su final, la enésima prueba de cómo estos Suns ofrecen una fiabilidad máxima en finales apretados, con Chris Paul, una vez más, como maestro de ceremonias, como líder indiscutible en los momentos más tensos de la noche.
Se entró en los 2 últimos minutos del partido con resultado de 96-96, y en esos 120 segundos finales Paul metió 6 puntos, incluido un canastón vital a 13,1 segundos del final (101-104) y 2 libres que pusieron el 103-106 con 7,7 segundos por jugar.
En el otro bando, mala resolución, con especial hincapié en el balón que perdió Draymond Green a 31,2 segundos de la conclusión y en el tiro inexplicable de Jordan Poole cuando su equipo buscaba la prórroga.
Con 103-106 en el luminoso, ¡Poole lanzó un triple desde mitad de la pista con 4 segundos por jugar! Nadie daba crédito a tan errada decisión. Inexplicable. Y triste, sobre todo triste, porque Poole había hecho un partido inmenso sosteniendo a los suyos con 38 puntos (igualando su mejor registro NBA), 9 rebotes, 7 asistencias y 7 triples convertidos. Una pena para él.
Phoenix tuvo a Devin Booker con 22 puntos, pero con un pobre 5 de 21 en el tiro. Brillaron a su lado Mikal Bridges -22 puntos y 7 rebotes-, Deandre Ayton -16 puntos y 16 rebotes- y el decisivo Chris Paul -15 tantos y 8 asistencias-.
Salvó Suns una mala noche desde el triple, aprovechando las 21 pérdidas de balón de su rival.
En Golden State, además de Poole, unos mejorados Andrew Wiggins (19 puntos y 8 rebotes), sin tirar cohetes, eso sí, y Draymond Green (8 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias y 3 tapones).
En el lado negativo, el mal tino de Klay Thompson (5 de 21 en campo con 1 de 10 en triples), la floja noche de Otto Porter Jr. y los solo 5 minutos de juego de Jonathan Kuminga.