El novato Scottie Barnes sentó cátedra en el Barclays Center para destrozar a unos Nets perdidos sin su big three. Toronto arrasó a Brooklyn al ganar por 36 puntos (97-133), lo que le sirve al equipo canadiense para recuperar el rumbo perdido.
Toronto había sufrido 3 derrotas muy duras de forma consecutiva como visitante, mostrándose muy poco competitivo, y su regreso del All-Star estaba siendo particularmente insatisfactorio. Pero ya está Brooklyn para servir de bálsamo en estas ocasiones gracias a su poco amor por la defensa.
Lo del rookie de Raptors fue extraordinario. Su primera parte, perfecta: ¡24 puntos, 9 rebotes, 4 robos y 10 de 10 en el tiro de campo! Y Toronto ya vencía en el intermedio 48-71. Con un 56% en el tiro de campo, un gran 8 de 13 desde el triple, 17 asistencias y 6 pérdidas de balón. Y dejando al rival por debajo del 40% en el tiro, aunque, por momentos, los Nets se defendían solos.
Buenas primeras partes también de Malachi Flynn y Precious Achiuwa.
No tuvo emoción alguna la segunda parte. Raptors dominando a placer. Es verdad que Brooklyn jugaba sin su big three, pero más increíble resulta la paliza de los Raptors, si se tiene en cuenta que jugaron sin Fred VanVleet y OG Anunoby y que Pascal Siakam (2 de 14 en el tiro) y Gary Trent Jr. (3 de 10) no tuvieron precisamente su día.
Al final, la fácil victoria se fundó en los 28 puntos, 16 rebotes, 4 asistencias, 5 robos y 12 de 14 en el tiro de campo de Barnes, pero también en los 20 puntos y 8 rebotes de Achiuwa y en los 18 puntos de Flynn. Barnes metió sin fallo sus 11 primeros tiros y su primer error no llegó hasta mediado el tercer cuarto y fue porque James Johnson taponó su disparo.
Toronto acabó con 18 triples anotados, un 51,1% en el tiro de campo y 35 asistencias.
Brooklyn, un auténtico desastre. LaMarcus Aldridge fue su máximo anotador (15 puntos en 20 minutos), con Cam Thomas y Bruce Brown en 14 cada uno.
Muy mal Andre Drummond y Patty Mills, poco productivo esta vez Seth Curry y 17 minutos de juego para el recién incorporado Goran Dragic, precisamente ante el equipo para el que no quiso jugar. Y a saber cuándo la escuadra neoyorquina es capaz de juntar en una cancha a su nuevo trío estelar.