Dallas regresó a la senda del triunfo explotando al máximo sus señas de identidad: volviendo a su mejor espíritu defensivo y teniendo una versión muy mejorada de Luka Doncic con respecto a otros momentos de la temporada.
Doncic ya ha puesto a punto su cuerpo, ya ha dejado atrás aquel salvaje encadenamiento que supuso jugar los playoffs, después el Preolímpico y más tarde los Juegos Olímpicos. Es ahora el esloveno otro jugador, mejor modelado físicamente y más metido en arena competitiva, y su equipo bien que lo agradece, un equipo que llegaba al partido de hoy tras sufrir un par de dolorosas e inesperads derrotas ante Magic y Thunder.
Hoy ha sido distinto. Los Mavs han doblegado 107-98 a los Sixers con un triple-doble muy sobrado de Doncic, que ha terminado con 33 puntos, 13 rebotes y 15 asistencias, además de ser el jugador de su equipo bajo cuya presencia mejor le ha ido al colectivo (+19 en el marcador en sus 40 minutos de juego). Doncic ha firmado su 44º triple-doble para desempatar con Fat Lever y colocarse en solitario como décimo en la lista histórica con solo 22 años. Pero es que, además, el ex del Real Madrid ha dejado un enorme mate en la cara de Andre Drummond, una volcada celebradísima por la parroquia local.
Y todo ese despliegue de juego lo ha hecho Doncic a pesar de empezar el partido bastante slow y teniendo como defensor primario durante todo el partido a Matisse Thybulle, uno de los mejores defensores exteriores de la NBA.
Victoria texana en un partido que por momentos se ha hecho interminable, con un primer cuarto que ha durado... ¡alrededor de 1 hora y 12 minutos tras estar detenido el juego durante prácticamente 45 minutos! Todo por un aro en desequilibrio, una situación que nos ha dejado una de las imágenes del partido, la de Marjanovic intentando equilibrar el aro para solucionar el entuerto sin ni siquiera saltar, un intento que no ha sido exitoso. Inexplicable como en un estado avanzado del siglo XXI se puede tardar tanto en solucionar un problema así
El parón enfrió especialmente a Dallas, que fue a remolque toda la primera parte (24-33 en el primer cuarto y 53-63 al descanso), para luego resurgir de forma brillante en el tercer cuarto cuando el equipo se puso a defender.
Tremendo el 32-15 del tercer período, los 12 minutos que metieron realmente a los Mavs en la senda del triunfo, una senda que pareció peligrar cuando Sixers hizo un 0-11 en el inicio del último cuarto para adelantarse 85-89.
Dallas recuperó la situación en un último cuarto ultracompetitivo, con muchas protestas ante las decisiones arbitrales, con 2 triples importantes de Reggie Bullock, autor de 20 puntos, y con Doncic poniendo el 103-96 a 1:39 del final con un 2+1 entre gritos de "MVP, MVP...".
Los locales, sin Porzingis y Kleber, tuvieron a todos sus titulares a muy buen nivel (nada que ver con su suplencia). Jalen Brunson hizo 19 puntos y Dwight Powell sumó 14 sin fallos en el tiro.
En Sixers, 27 puntos, 13 rebotes y 3 tapones para un Joel Embiid que suma ya 19 partidos sin bajar de 25 puntos.
Tyrese Maxey hizo 18 tantos y 6 asistencias, Georges Niang aportó mucho en sus 17 minutos de juego y Tobias Harris se fue apagando según avanzó el encuentro.
Dallas, que estuvo 16 puntos abajo, venció para ser quinto en el Oeste con 30-23, misma posición que ocupa Sixers en el Este con 31-21.