El sueño de Cleveland Cavaliers no cesa. Cuando estamos cerca de cumplir un mes de competición, estos sorprendentes Cavs, a los que no paran ni siquiera las bajas, están en la cuarta posición de la dura Conferencia Este con marca de 9-5. Pero, claro está, no hay que lanzar las campanas al vuelo, porque esto no ha hecho nada más que empezar.
Nueva victoria, y ya van 6 en los últimos 7 encuentros. Triunfo ante Boston Celtics por un apretado 91-89 tras remontar 19 puntos de desventaja. La defensa estuvo de nuevo en el centro del éxito de Cleveland, así como la fe de sus jugadores en sus posibilidades. Darius Garland, Evan Mobley y Ricky Rubio lideraron el triunfo, un triunfo en el que dejaron a Boston en solo 37 puntos en la segunda mitad y en tan solo 15 en el último cuarto.
Sin Collin Sexton, Kevin Love, Lauri Markkanen y Lamar Stevens, lo que es mucho para un equipo modesto con una plantilla sin mucho fondo. Sin todos ellos, Cavaliers sigue ganando. Entre esos 9 triunfos del curso, victorias ante Hawks, Nuggets, Clippers, Knicks y Celtics, entre otros, y ya ha dejado a 6 contrincantes por debajo de los 100 puntos.
Bickerstaff puede estar plenamente satisfecho de sus muchachos, algo que no puede decir Ime Udoka, que en su primera temporada con Boston está en balance de 6-7.
Jugaron los Celtics sin Jaylen Brown, Al Horford y Josh Richardson, pero a pesar de ello tienen plantel para ganar a unos Cavs que terminaron mejor el partido.
Nadie podía imaginar un triunfo local cuando Cleveland se fue del primer cuarto metiendo 9 puntos. El primer acto de los Cavs fue simplemente lamentable: 9 puntos para perder 9-20 tras hacer un 3 de 20 en el tiro de campo, un 1 de 9 desde el triple, dar solo una asistencia y perder 6 balones. Solo funcionaba Garland.
Al descanso, 38-52 tras un alley-oop final trazado por Marcus Smart y Robert Williams III, con Boston dominando el marcador con solvencia, tal y como lo hizo también en el tercer cuarto, momento en el que llegó a tener 19 de ventaja (53-72). Pero a los Celtics les pesaron más las piernas que a los Cavaliers.
Ambos equipos estaban en su segundo partido de un back-to-back. Solo que las exigencias no fueron las mismas. Boston tuvo que ganar en la prórroga a Milwaukee y luego se marchó a Cleveland. Los Cavaliers derrotaron 98-78 a Pistons y no tuvieron que moverse de casa.
Ese bajón físico y mental de los visitantes se reflejó en un tremendo parcial de 24-4 para Cleveland, que pasó de perder 53-72 a ganar 77-76 restando menos de 7 minutos para el final del partido.
Fueron esos últimos 7 minutos un compendio de equilibrio y alternativas en el marcador, con cambios constantes de dueño del luminoso y un muy cerrado final.
Garland anotó 2 libres tras forzar una penetración ante Smart. Fue el 91-89 a 9,4 segundos del final. Y atacó Boston para empatar o ganar. El balón en las manos de su mejor hombre por segunda noche consecutiva, Dennis Schröder, que reincidió en intentar quitarse a su defensor con la mano izquierda con total impunidad. De poco le valió, porque terminó errando el tiro que hubiera forzado la prórroga.
Al final, triunfo local con 22 puntos y 6 asistencias de Garland, 19 puntos, 9 rebotes y 3 tapones del novato Mobley, que jugó 40 minutos y sigue exhibiendo clase en su primer año, y 16 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias de Ricky Rubio.
Rubio, que estuvo mal en el tiro, fue vital en la segunda parte, cuando anotó 14 de sus 16 puntos y jugó 22 de sus 33 minutos. Con él en cancha, +13 para su equipo, como viene siendo habitual.
Lideró el español una segunda unidad local que fue mucho más que la segunda unidad visitante, que constituyó un auténtico erial.
Boston no funcionó desde el triple, perdió 19 balones y careció de una suplencia mínimamente convincente.
Schröder, que venía de meter 38 puntos, hizo 28, Jayson Tatum añadió 21 con malos porcentajes de tiro, especialmente desde el triple, Robert Williams III firmó 12 puntos, 16 rebotes y 3 tapones y Smart dio 8 asistencias y robó 5 bolas.
Jugó 5 minutos en la primera parte Juancho Hernangómez, que hizo 2 puntos y que vio cómo su equipo hacía un +9 con él en pista. Pero su entrenador no le volvió a dar más bola. Su posición en la rotación de Udoka sigue siendo totalmente residual.