Ni siquiera se llamaba NBA y ninguno de los 7.090 espectadores que se dieron cita en el Maple Leaf Gardens de Toronto imaginaban ni por asomo que estuvieran formando parte de la historia viva del baloncesto mundial.
Anoche, el Knicks-Raptors supuso el gran hito fijado por el calendario de la NBA para celebrar los 75 años de aquel histórico partido jugado en Canadá el 1 de noviembre de 1946, el encuentro con el que nació la BAA (Basketball Association of America) y con el que a todos los efectos emergió la NBA, que no se crearía como tal hasta 1949 cuando se fusionaron la BAA y la NBL, una fusión que más bien fue una absorción por parte de la BAA.
Aquella jornada pasó a la historia. Jugaban los Huskies de Toronto, que apenas tuvieron recorrido competitivo en la BAA, y los Knickerbockers de Nueva York, que siguen existiendo en la actualidad.
El escenario elegido no estaba en Estados Unidos. Era el mítico Maple Leaf Gardens, un pabellón cubierto construido en Toronto en 1931 para acoger fundamentalmente partidos de hockey sobre hielo, una instalación imponente para la época que costó 1,5 millones de dólares del momento, el pabellón en el que los Toronto Maple Leafs jugaron desde 1931 hasta 1999, y en el que también compitieron en su día los Toronto Raptors.
Era viernes y el horario del encuentro se había fijado a las 20:30 horas. La entrada más barata costaba 75 céntimos de dólar y la más cara se fue a 2,5 dólares.
Los Huskies tenían sede en Canadá, pero solo contaban con un jugador canadiense, que era emblema del equipo por ser el más alto. Medía 2,03, se llamaba George Nostrand y la organización estableció que cualquier persona que fuera más alta que él podría entrar gratis al partido. No hay estadística de si hubo algún agraciado o no.
El partido lo ganaron los Knicks por un apretado 66-68. El visitante Ossie Schectman anotó la primera canasta del encuentro. Con sus 11 puntos lideró a unos Knicks que tuvieron como máximo anotador a Leo Gottlieb, que hizo 14. En los locales, 18 puntos para Ed Sadowski y 16 para el gigante Nostrand.
Aquella BAA recién nacida tenía 11 equipos y estaba presidida por el primer 'no comisionado' de la NBA, Maurice Podoloff, un abogado que venía de dirigir la liga de hockey sobre hielo y al que nuestra web dedicó un artículo hace 9 años.
Los Huskies terminaron la temporada con balance de 22-38 y los Knicks se fueron hasta un positivo 33-27, llegando a ser finalistas del Este. Allí perdieron con los que a la postre serían los primeros campeones de la competición, Philadelphia Warriors, que incluían en su plantilla al que fue el máximo anotador de la temporada, Joe Fulks, apodado 'Jumping Joe', que promedió 23.2 puntos.
Como curiosidad histórica decir que uno de los equipos más potentes de aquella incipiente competición, Washington Capitals, estaba dirigido por Red Auerbach, quien tejería su gran leyenda con los Celtics años más tarde.
Después de aquel primer partido vinieron más de 133.000 hasta configurar la actual NBA, una competición universal, poderosa, imparable, muy alejada de aquellos primeros pasos dados hace 75 años, pasos pioneros que nunca pudieron imaginar el alcance planetario que con el transcurrir de los años tendría su idea original.