El culebrón en torno a la rebeldía de Ben Simmons parece ir para largo. Al menos, eso es lo que piensa el presidente de Operaciones de Baloncesto de los Sixers, y en ese escenario se mueve: "Esto llevará mucho tiempo", ha dicho Daryl Morey.
Morey ha afirmado que no hay que precipitarse en el caso que nos ocupa y que está dispuesto a ver cómo pasa el tiempo. Vamos, que si tiene que estar cuatro años buscando un traspaso, los estará. Es una manera de expresar que el club no va a dar su brazo a torcer y que solo moverá a Simmons cuando encuentre una oferta que le satisfaga.
Es decir, los Sixers están preparados para afrontar una crisis de larga duración con el jugador, aunque no hay que olvidar que el paso del tiempo no va a hacer más que decrecer el valor de Simmons en el mercado.
Los ánimos siguen muy movidos en la franquicia. El omnipresente agente del jugador, Rich Paul, ya ha dicho que Simmons no está preparado para jugar, un pensamiento que el propio jugador habría transmitido hoy a la franquicia, según Adrian Wojnarowski (ESPN).
Simmons se ha reunido hoy viernes por separado con su entrenador, Doc Rivers, con el equipo médico del club y con sus compañeros de equipo, y a todos ellos les habría dicho que no está preparado mentalmente para jugar y que necesita tiempo.
¿Qué hay de verdad en ello y qué parte consiste en una simple estrategia? La respuesta a esta pregunta no está clara, más aún cuando algunos medios se han apresurado a recordar que la negociación colectiva de los jugadores protege el salario de los mismos en el caso de que se demuestre que existe una discapacidad mental del jugador que le impide llevar a cabo su trabajo. Porque no hay que olvidar que Ben Simmons ya ha dejado de ganar cerca de 2 millones de dólares por sus ausencias en partidos, entrenamientos y reuniones en lo que va de pretemporada y temporada regular. Y esa cuenta de pérdidas no va a hacer nada más que crecer como no se solucione el desencuentro. Los médicos tendrán la última palabra.
La situación se torna más sorprendente aún al tratarse de un jugador al que le quedan por cumplir 4 de los 5 años de su flamente contrato y al que le quedaban por cobrar al inicio de esta temporada 147 millones de dólares, lo que crea un precedente ciertamente peligroso para la liga.
Lo único que está claro es que Simmons no estará hoy en el partido ante los Nets (como tampoco podría estar, porque es duda, Joel Embiid). Lo malo para los Sixers es que no se sabe muy bien cuándo podrá debutar en la temporada el díscolo Ben Simmons.