Sorpresa notable, algo realmente inesperado: Kevin Durant apunta a Tokio. El alero de Brooklyn Nets planea estar con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos que empiezan dentro de un mes en Japón, según han avanzado los periodistas de The Athletic Shams Charania y Anthony Slater.
De hacerse realidad su inclusión en el equipo que entrena Gregg Popovich, Estados Unidos tendría ya un ramillete notable de jugadores comprometidos con su selección, ya que antes de Durant dieron su sí Damian Lillard, Draymond Green, Bradley Beal, Jayson Tatum y Devin Booker.
A ellos se suma la duda de Stephen Curry, que ha asegurado que hay un 50% de probabilidades de que esté en la cita olímpica.
Nada hacía presagiar el deseo de Durant de estar en los Juegos. Más que nada por la presunta precariedad de su estado físico tras salir de una larguísima baja por una lesión de la máxima gravedad (tendón de Aquiles).
Esa lesión estuvo en el origen de todas las precauciones tomadas con él por los Nets, que originaron que se perdiera muchos partidos de temporada regular con problemas musculares lógicos tras pasar por una lesión de tal envergadura.
Eso sí, durante la fase regular no tuvo nunca limitación de minutos y rindió a un nivel excepcional, algo que se hizo todavía más evidente en playoffs y que llegó a su extremo en la serie ante Bucks en la que jugó dos partidos completos (48 y 53 minutos), promedió 42,7 minutos en la pista y presentó números estratosféricos.
El extremo cansancio con el que terminó la eliminatoria ante los Bucks podría presagiar la necesidad de descanso para un físico tan exprimido, pero parece que Durant piensa lo contrario: quiere buscar el título olímpico una vez el anillo se le ha escapado.