Objetivo conseguido por la vía rápida. Boston Celtics no necesitará un segundo partido de play-in. El equipo verde se ha clasificado para jugar los playoffs tras derrotar a Wizards. Ha sido una victoria convincente liderada por un tremendo Jayson Tatum.
Boston tiene una muy buena noticia: está en la postemporada. Pero tiene también una noticia mala: su rival será Brooklyn Nets. Más allá de esto último, el equipo se sobrepuso a la baja de Jaylen Brown. Gracias, sobre todo, a contar con un Tatum superlativo.
Tatum lo volvió a hacer. Partidazo inmenso del alero. Supo leer siempre las líneas maestras de lo que pedía el partido. Fue un azote para la defensa rival. Su tercer cuarto resultó abrumador. Fue en ese momento cuando Boston empezó a construir su victoria.
Cómodo triunfo local. El Garden vio cómo su equipo no desperdiciaba su ventaja en el marcador. El Garden contempló un partido sólido de los suyos. Sin bajar la guardia en la recta final. Sin permitir la remontada de Wizards. A los capitalinos se les vio sin piernas. Bradley Beal no está con el físico en su sitio. Y Russell Westbrook perdió su esencia en la segunda parte y se le cayeron los números.
Un dato ejemplifica la diferencia entre unos y otros: ¡Tatum metió 32 puntos en la segunda parte (23 en el tercer cuarto) y Westbrook hizo 1 rebote y 0 asistencias tras el descanso! Desapareció Westbrook y desapareció Washington.
El 118-100 final lo dice todo. Boston llegó a tener una ventaja de 22 puntos en el cuarto final. Lo de Tatum, simplemente salvaje. Terminó con 50 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias. Lanzó 32 tiros de campo. Metió 5 triples. Y presentó un 17 de 17 en los libres.
Su ejemplar ejercicio tapó las carencias y desgracias de su equipo. La lesión de Robert Williams III. El susto de Marcus Smart a partir del cual su rendimiento bajó (gran defensa de Smart a Beal). El gris partido de Evan Fournier. La nula aportación de la segunda unidad, a excepción de Tristan Thompson.
Tatum tuvo como gran escudero a Kemba Walker. Terminó con 29 puntos y 6 triples. Y el tercer jugador del equipo fue Tristan Thompson. Tiró de experiencia y rindió: 12 puntos y 12 rebotes.
Boston defendió a gran nivel en la segunda parte. Equilibró poco a poco su destartalado rebote. Controló bien la pérdidas de balón (algo que no suele ser habitual). Y no perdió la concentración cuando se puso con amplia ventaja en el marcador.
Washington tuvo Beal en 22 puntos. Y a Westbrook en 20 más 14 rebotes y 5 asistencias. Entre los dos... 16 de 43 en el tiro. En realidad, el jugador que estuvo bien de verdad fue Ish Smith. Gran partido el suyo (17 puntos y 8 rebotes).
Los visitantes tuvieron varios problemas serios. Su tiro de 3 fue una ruina (3 de 21). Perdieron bastantes balones (7 en el primer cuarto). Y sus hombres altos se cargaron muy pronto de faltas. Le pasó a Daniel Gafford, a Alex Len y a Rui Hachimura. El japonés se llevó la peor parte. La primera mitad fue especialmente sangrante para Washington. Los árbitros pitaron 5 faltas a los Celtics y 16 a los Wizards. Sin embargo, fue en el tercer cuarto cuando el buen juego local rompió el partido.
Parcial de 22-4 para empezar el tercer cuarto y quebrar a los Wizards. La defensa local mejorada. Kemba Walker metiendo 3 triples en poco tiempo. Y Tatum simplemente desatado. ¡Metió 23 puntos en el cuarto! Una auténtica máquina de aniquilar rivales.
Ese 22-4 llevó el marcador a un 74-58. En ese momento Washington pudo parar un poco la hemorragia para llegar vivo al cuarto final. A la conclusión del tercer cuarto: 90-80.
Más defensa. Mejor movimiento de balón. Y Tatum, siempre Tatum. Ingredientes para ganar el partido y no ceder en la recta final. El ataque de Wizards estaba empantanado con Russ desaparecido en la estística. Y con Beal renqueante. Pocas piernas en Washington. Victoria local fácil extendiendo la ventaja en el marcador.
Los Wizars se tendrán que medir a Pacers en su segundo partido de play-in. Ese sí que será un partido a vida o muerte. El que gane, a playoffs; el que pierda, a casa.