Portland Trail Blazers y Los Angeles Lakers han dejado esta noche sensaciones muy distintas. Los Blazers han derrotado a Utah Jazz en Salt Lake City por 98-105 y los Lakers han salvado los muebles de milagro al vencer 124-122 a Houston Rockets.
Las sensaciones son bien distintas. No es lo mismo ganar a domicilio al mejor equipo de la temporada que vencer en casa por los pelos al peor equipo de la temporada, pero al fin y al cabo las victorias de uno y otro cuentan igual de cara a la clasificación.
Ahora, Dallas, que ganó a Pelicans, y Portland están con 41-29 y Lakers sigue séptimo con 40-30, pero el calendario es bien diferente para estos tres equipos. Dallas, el que mejor lo tiene para evitar el play-in, tiene que jugar contra Raptors y Timberwolves; Portland se tiene que medir nada menos que a Suns y Nuggets; y Lakers tendrá como rivales a Pacers y Pelicans.
Jazz 98 Blazers 105
Partido que podía poner a Blazers a los pies de los caballos, pero partido que al final ha sido una inyección de moral enorme para un equipo que viene como un tiro, porque estos Blazers llevan ya 5 victorias seguidas y han ganado 9 de sus últimos 10 partidos.
Supo Portland aguantar la presión para ganar por estrecho margen con 30 puntos y 6 asistencias de Damian Lillard, 28 puntos de C.J. McCollum, 18 tantos de un Carmelo Anthony muy acertado desde el triple y 11 puntos, 15 rebotes, 6 asistencias, 3 robos y 4 tapones de un Jusuf Nurkic completísimo, pero que anduvo errático en el tiro (3 de 14).
Utah, que sigue sin Donovan Mitchell (ya no volverá en temporada regular) y Mike Conley, tuvo a Jordan Clarkson con 29 puntos y 11 de 17 en el tiro.
Además, 15 puntos y 20 rebotes de un gran Rudy Gobert, 14 tantos de Joe Ingles y partido gris en esta ocasión de Bojan Bogdanovic.
Portland tuvo serios problemas con el rebote a lo largo del partido, pero los visitantes solo perdieron 5 balones en una cita cargada de presión, mostrándose además a buen nivel desde el triple y especialmente motivados en tareas defensivas. Este equipo al completo es un muy buen equipo.
Lakers 124 Rockets 122
Lakers desveló por fin el estandarte correspondiente a su decimoséptimo título de la NBA y hubo palabras de LeBron James, que finalmente no jugó, como tampoco lo hizo Anthony Davis, pero lo cierto es que la noche no deparó más que sufrimiento a los alrededor de 4.000 espectadores que se dieron cita en el Staples Center, que por lo menos se llevaron una alegría al final.
¡Qué mal lo pasó Lakers para ganar a Rockets! Y no puede ser una excusa el hecho de jugar sin LeBron, Davis, Schröder o Caruso (Marc Gasol estuvo convocado pero tampoco pisó la pista), porque el equipo rival eran los actuales Rockets, un conjunto que acumula 16 victorias en la temporada y que está jugando cargado también de bajas.
Dos tiros libres de Kelly Olynyk, fantástico su rendimiento desde que está en Houston, pusieron el 121-122 a favor de Rockets a 22,9 segundos del final del partido, tras estar Lakers hasta ese momento durante casi 4 minutos sin meter una canasta de campo y haber encajado en 2 minutos un parcial de 0-9. La cosa pintaba muy mal para los locales.
Atacó Lakers para ganar, Jae'Sean Tate hizo una fantástica defensa a Talen Horton-Tucker, pero Kyle Kuzma emergió como el salvador de los Lakers con una entrada a canasta que supuso el 123-122 a 6,9 segundos del final.
Tuvo Houston bola potencialmente ganadora, pero Olynyk la perdió ante Wes Matthews, que por segundo partido consecutivo protagonizó una jugada esencial para su equipo (esta vez en defensa, en la ocasión anterior en ataque). Y el partido se le fue a Houston.
Victoria crucial, pero a la vez cargada de despropósitos, de los Lakers con 23 puntos y 10 asistencias de Horton-Tucker, que no para de crecer, 20 tantos y 10 rebotes de Andre Drummond, 19 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias de Kyle Kuzma, 16 puntos de Montrezl Harrell y titularidad y 14 puntos en 23 minutos para el defenestrado Markieff Morris.
En Houston, 24 puntos, 6 rebotes, 8 asistencias y 4 triples de un gran Olynyk que terminó perdiendo esa bola esencial. Junto a él, 24 puntos de Armoni Brooks, 20 tantos, 10 rebotes y 3 tapones de Kenyon Martin Jr., 17 puntos de Cameron Oliver y 16 en 23 minutos de Tate.
Solo nombrar a los jugadores más destacados de Rockets desvela la dimensión del desastre que hubiera supuesto para Lakers una derrota.