Se puede dar la circunstancia de que cuando De'Aaron Fox reciba el alta médica para jugar, Sacramento Kings esté ya fuera matemáticamente del play-in o la temporada regular haya terminado ya.
Los Kings llevan 20 días sin su estrella. Fox jugó su último partido el 21 de abril. El rival fue Minnesota Timberwolves. A partir de ahí, nada que no le haya ocurrido antes a algún jugador de la NBA: Fox contrajo la Covid-19 y entró en los protocolos de salud y seguridad de la liga.
Se fijó entonces un período estándar de entre 10 y 14 días para su vuelta, pero lo cierto es que han pasado 20 días y el jugador todavía está esperando el alta médica, un alta que, según Sports Illustrated, parece cercana.
"Me ha golpeado como un camión", ha reconocido Fox a la hora de explicar su experiencia con la enfermedad pandémica.
Fox ha soportado durante su baja cefaleas, dolores musculares por todo el cuerpo y escalofríos. No ha sido el suyo un contagio asintomático.
A la baja del base titular se sumó la lesión del segundo base del equipo, el brillate rookie Tyrese Haliburton.
A pesar de esa doble desgracia el equipo ha ido tirando. En los 9 partidos sin Fox el balance de Sacramento es de 5-4, con un par de victorias sobre Mavericks y una ante Lakers, pero eso no ha sido suficiente para meterse de lleno en la lucha por el play-in.
Ahora mismo, Kings es duodécimo en el Oeste con 3 victorias menos que el décimo (Spurs) cuando solo restan 4 partidos, y con Pelicans por delante, en la undécima plaza.
Por eso, el regreso de Fox, si tiene lugar, será meramente testimonial.