Otra vez Stephen Curry revestido de proeza. La gran estrella de Warriors se halla en un momento álgido, en una de las fases más brillantes de su ya de por sí brillante carrera. Está haciendo Curry un mes de abril para enmarcar. Hoy se ha cargado a los Sixers.
El líder del Este acudía al partido sin Ben Simmons y Tobias Harris, y bien que se han notado esas dos ausencias, especialmente la de Simmons, jugador diseñado para defender a cualquiera. Bajas, sin duda, importantes, lo que hizo que Sixers fiara buena parte de su éxito a la figura de Joel Embiid. El camerunés ha hecho buenos números, pero ha estado lejos de su mejor versión, en buena parte debido a la defensa visitante. Gran trabajo en ese aspecto de Kevon Looney y Draymond Green.
Lo de Curry ha vuelto a ser de otro planeta. En el triunfo de Warriors, 96-107, ha aportado 49 puntos y 5 asistencias, con 10 de 17 desde el triple. Es un tipo imparable. Y su equipo equilibra la temporada con registro de 29-29.
Curry promedia 40,8 puntos en los 10 partidos que ha jugado en abril, suma ya 11 juegos consecutivos sin bajar de 30 puntos con 33 años a sus espaldas, lo que le ha supuesto batir un récord de Kobe Bryant, ya ha completado 5 juegos de 40 o más puntos en el presente mes y acumula 4 encuentros de 10 o más triples en sus últimos 5 compromisos. Se trata de cifras portentosas de un jugador portentoso. Nadie puede dudarlo.
Hoy, por momentos, el partido pareció un coto de la familia Curry. Seth Curry fue el rey del partido en su inicio (12-0 en el arranque con 7 puntos suyos), Stephen Curry dominó el juego de arriba a abajo y Damion Lee, otro integrante del clan familiar, ofreció un excelente rendimiento en la primera parte. Pero al final, el rey del clan y el rey del partido no fue otro que Steph.
Los Sixers pelearon sin demasiada fe en la recta final. Un triple de Shake Milton puso el 95-101 en el marcador, un resultado que aún daba esperanzas a los locales, pero acto seguido llegó el enésimo bombazo desde el triple de Curry para colocar el 95-104 y romper cualquier esperanza del rival.
Dejó claro Steph que su torcedura de tobillo ante Celtics no pasó a mayores. No se resintió en ningún momento su físico y jugó a tope hasta desarbolar al rival.
La defensa visitante dejó a los Sixers en un pobre 39,3% en el tiro de campo. Peleó bien el rebote Warriors y fue capaz de limitar en la segunda parte las pérdidas de balón tras extraviar 10 posesiones en la primera mitad.
Andrew Wiggins firmó 16 puntos y 10 rebotes, el citado Lee sumó 12 puntos, regresó Kelly Oubre Jr. desde la segunda unidad y con minutos limitados y defendieron a gran nivel Green y Looney, con el pívot capturando 15 rebotes, su mejor marca en la NBA.
No jugó el mexicano Juan Toscano-Anderson (protocolo de conmoción), con Golden State sufriendo la ya consabida baja del novato Wiseman.
Sixers tuvo a Embiid con 28 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias (solo metió 6 puntos en el cuarto final). Seth Curry fue de más a menos hasta hacer 15 puntos y 5 asistencias. Muy buen trabajo de Thybulle, descaro maravilloso del novato Maxey en la segunda parte y labor notable en los tableros de Dwight Howard.
Debutó en Sixers el veterano George Hill, que estuvo 18 minutos en juego.