El Celtics-Warriors (119-114) tuvo de todo. Fue un partidazo teñido de dramatismo. Y lo del dramatismo no es palabrería deportiva. Warriors tuvo dos sustos monumentales en apenas 2 minutos. Se jugaba el cuarto final. Stephen Curry y Juan Toscano-Anderson, los protagonistas.
A Curry se le dobló el tobillo izquierdo a 6:57 del final. Pintó feo. Pero siguió jugando. A veces daba la sensación de que no podía seguir en pista. Pero aguantó como un jabato. Estaba haciendo otro partido estratosférico. Habrá que ver cómo queda ese tobillo ya en frío.
Lo de Toscano-Anderson fue más duro de ver. Pudo acabar en tragedia. Se tiró fuera de la pista para salvar un balón. Se elevó por encima de la mesa. Se llevó una tablet, un ordenador, cables... Cayó de mala manera hacia atrás. De cabeza. Y pronto saltaron todas las alarmas. Quedó tendido en el suelo. Entre mesas. Entre profesionales. Entre computadoras. Fue atendido con rapidez. Afortunadamente abandonó el partido por su propio pie. Con la cabeza cubierta por toallas. El golpe fue tremendo.
Esa fue la parte dramática de un partido dichoso. Porque dio gusto ver este Celtics-Warriors. Con duelo anotador de primerísimo nivel entre Jayson Tatum y Stephen Curry.
Ausente Jaylen Brown (enfermo, no de Covid), surgió el mejor Tatum. Sumó el alero 44 puntos y 10 rebotes. Metió 16 de sus 25 tiros de campo. Y 5 de sus 9 triples. Estuvo siempre ahí, sosteniendo a su equipo. Y encestó 2 libres importantes a 13,1 segundos del final. Tatum estuvo colosal toda la noche.
Lo de Curry fue, una vez más, de dibujo animado. Pura fantasía. Suyos fueron 47 puntos y 7 rebotes. Por encima del 50% en el tiro de campo. Otra vez salvaje desde el triple para meter 11. Increíble el 3+1 que clavó con la mano izquierda en el segundo cuarto. Una locura. Alucinógena acción. Y luego estuvo la heroica. Verle jugar medio cojo la recta final del partido. Verle meter un triple increíble con marca de dos contrarios a 18 segundos del final. Grande. La pregunta es si su esfuerzo mereció o no la pena. Los médicos lo dirán.
El tercer hombre crucial en el partido fue Kemba Walker. Acabó con 26 puntos y 8 rebotes. Hizo 17 en la segunda parte. Abrió el marcador del partido con un canastón y terminó decidiendo el encuentro. Triple decisivo a 24 segundos del final. Estuvo Kemba en su sitio esta vez.
Boston venció 119-114 tras ir perdiendo por 16 puntos en el segundo cuarto. Suman los Celtics 6 victorias seguidas. Y 8 triunfos en sus últimos 9 encuentros. El equipo de Brad Stevens parece haber entrado en calor. Queda ahora con marca de 31-26.
Además de Tatum y Kemba... 16 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias de Marcus Smart. El joven Payton Pritchard funcionó. Y aún hay otra buena noticia para Boston: ¡Buen debut de Jabari Parker! Jugó Parker 16 minutos y metió 11 puntos. Estreno para la esperanza.
Warriors llevó la manija del partido en el primer tiempo. A pesar de jugar sin Kelly Oubre Jr. y James Wiseman. Se puso en el primer cuarto 13-27 en plena ebullición de Curry. Ese primer estirón visitante lo solventó Tatum. Metió 7 puntos seguidos. Y el primer acto acabó 24-33.
El segundo cuarto sirvió para que Golden State volviera a estirar el marcador. Primero, un +15 al poco de iniciarse el cuarto. Luegó, un +16. La máxima del partido. Luminoso en 50-66 tras 7 puntos seguidos de Curry. Desplegando toda su magia Steph. Pero volvió a reaccionar Boston. Y en esta reacción inmediata estuvo medio partido.
Celtics hizo un parcial de 10-0 para acabar el segundo cuarto (60-66 al descanso). Y prolongó ese parcial en el inicio del tercer cuarto. Hasta un brutal 21-2. Para adelantarse en el marcador 71-68 con un triple de Kemba. Poco después la ventaja subió a 6 puntos (78-72). El parcial había llegado a un 28-6. Golden State estaba contra las cuerdas. Pero recuperó el pie como pudo. Gracias a Curry.
El último cuarto se movió entre la pasión y el drama. Juego intenso. Regalo para el espectador. Hubo un poco de todo. Warriors rozó el desastre por momentos. Mientras atendían a un Toscano-Anderson K.O... Curry estaba siendo tratado en la banda. Momentos de caos y zozobra para los de Steve Kerr. Pero aguantaron el tirón y llegaron vivos al final.
En ese final, Smart metió un triple de filósofo. Le dio tiempo a parar, esperar, pensar, apuntar y anotar. Nadie en un kilómetro a la redonda. Un final en el que Kemba, Curry y Tatum estuvieron en su sitio. Un final en el que Boston no falló. Para ganar de nuevo. Pese a los 22 puntos de Andrew Wiggins. Pese al buen partido de Kent Bazemore. Pese a las 10 asistencias de Draymond Green. Pese a la pasión desplegada por Toscano-Anderson. Warriors no pudo ni con Curry en 47 puntos. Parece que los malos tiempos de Celtics han quedado atrás.