Los Clippers pusieron en evidencia a los Bucks. El equipo de Milwaukee hizo un espectacular primer cuarto. Para luego sufrir un -36 en los tres cuartos siguientes. Antes unos Clippers sin Paul George, Serge Ibaka, Patrick Beverley y Rajon Rondo.
Noche especialmente feliz de los Clippers desde el triple. Metieron 19 con un 55,9% de acierto. Pero no nos engañemos, la gran diferencia entre unos y otros radicó en la defensa.
Clippers encajó 38 puntos en el primer cuarto. Para luego recibir solo 67 en los 36 minutos siguientes.
La otra gran diferencia fue el universo coral del ataque de Clippers frente al dual del de Bucks. Giannis Antetokounmpo (32 puntos) y Jrue Holiday (24 puntos y 7 asistencias) estuvieron muy solos. Gris Khris Middleton. Y mal los secundarios.
Mientras, hasta 4 jugadores locales estuvieron en 20 o más puntos. Marcus Morris hizo 25. Kawhi Leonard sumó 23 más 9 rebotes y 8 asistencias. En una negada noche desde el triple. Pero fue el jefe, una vez más. Luke Kennard resultó decisivo en el cuarto final con su racha en el tiro. Al final, 21 puntos y 5 de 6 desde el triple para él. Y Reggie Jackson dejó 20 puntos en su casillero.
A ellos se sumó otro gran partido de Terance Mann. Este chico es la más agradable sorpresa de estos Clippers en la presente temporada. Se está ganando a pulso los muchos minutos que está en pista.
A Milwaukee le hubiera venido bien la agresividad e intensidad de Bobby Portis y P.J. Tucker. Pero los dos se quedaron sin jugar.
Empezó el partido con un primer cuarto tremendo de Milwaukee. Parcial de 3-18 para acabar 26-38. La defensa local convertida en papel. Anteto y Holiday haciendo lo que querían. Bucks con un 68% de acierto en el tiro de campo. Con 7 de 11 desde el triple. Y con solo 2 pérdidas de balón. Alicia en el País de las Maravillas. Pero el espejo se rompió.
A partir del segundo cuarto Clippers se aplicó en defensa. Bajaron el culo los hombres de Tyronn Lue. Y el juego de Milwaukee empezó a perder vigor. Atrás quedó el vendaval ofensivo. Llegaron las imprecisiones. Parcial del segundo cuarto: 31-17. Para llegar al descanso 57-55.
Esa ventaja se agrandó ligeramente en el tercer cuarto hasta un +10. Pero lo peor para los visitantes llegaría en el momento de la verdad. Con Kennard encendido desde el triple. Un triple de Kennard. Una de dos de Kawhi. Un triple de Morris. Y de repente +20 para los angelinos (122-102). El partido quebrado a 4 minutos del final. Y a partir de ahí los locales hicieron un poquito más de sangre. Hasta el contundente 129-105. Para sumar su sexta victoria consecutiva.
Tiro de 3. Dominio del rebote. Defensa. Sentido colectivo. Control de la situación. Así no se puede escapar la victoria. Al otro lado, un equipo arrugado. Decepcionó Milwaukee. Pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Porque estos Bucks están en un muy buen momento. Y con este nivel de exigencia física hacer un gran partido y otro muy malo 24 horas después está a la orden del día. El calendario pandémico no da un respiro.