Se lesionó LeBron James y Lakers reaccionó bien en el plazo corto pero fue incapaz de superarlo según pasaron los minutos. Atlanta Hawks aprovechó la circunstancia para ganar 94-99 en el Staples Center y proseguir así con su excelente racha de resultados.
Atlanta suma ya un perfecto 8-0 desde que Nate McMillan se hizo cargo del equipo, un 8-0 que le ha hecho remontar muchísimas posiciones en el Este y estar ahora con balance de 22-20.
John Collins lideró el triunfo con 27 puntos, 16 rebotes, 3 tapones y 3 robos (y 11 de 15 en el tiro), Danilo Gallinari fue una pieza importante en los visitantes con 18 puntos y 4 de 6 desde el triple y Trae Young tuvo otro día malo en el tiro (6 de 18 en campo con 0 de 7 desde el triple), aunque fue capaz de aportar 14 puntos y 11 asistencias. Además, 8 puntos y 16 rebotes para l, que estuvo, como Young, muy impreciso de cara al aro.
El momento crítico del partido llegó al poco de empezar el segundo cuarto. Restaban 10:50 para alcanzar el descanso cuando Solomon Hill se arrojó al suelo a por un balón y cayó encima del tobillo derecho de LeBron James, que acabó tendido en el piso doliéndose de forma evidente, algo que, tratándose de James, ya planteaba la delicada situación.
Aún tuvo arrojo LeBron para levantarse, seguir un poco en juego y meter un triple antes de retirarse del partido para no volver más a él. Ese triple le hizo llegar a 10 puntos para proseguir su racha galáctica de partidos consecutivos sin bajar de 10, ¡nada menos que 1.036!
Lakers reaccionó bien ante la lesión de James (el equipo sigue sin Anthony Davis y Marc Gasol). De hecho, sin LeBron en pista consiguieron los locales un parcial de 23-18 para irse al descanso ganando 53-52, con LeBron como máximo anotador de Lakers a pesar de solo haber jugado 11 minutos.
Lo malo estaba por llegar, y llegó cuando se enfrió la situación. Tras el intermedio todo fue diferente. Lakers se vio huérfano en el tercer cuarto sin la presencia de LeBron, Atlanta arrancó el tercer acto con parcial de 0-12 para ponerse 53-64 tras otros susto por un peliagudo resbalón de Dennis Schröder, que tuvos sus piques con el ex Laker Rajon Rondo (vídeo-homenaje en su primera visita al Staples tras el anillo), los Hawks se fueron a un +13 tras un triple de un encendido Gallinari y el tercer cuarto acababa con 65-74 a favor de Hawks.
¡Lakers solo metió 12 puntos en el tercer cuarto! Desastre ofensivo sin paliativos ante un equipo, Atlanta, que ha reconducido su juego hacia un mayor compromiso defensivo desde que McMillan está al mando del vestuario. Los números de Lakers en el tercer cuarto solo se pueden explicar desde el impacto que supuso al equipo perder a LeBron: ¡5 de 22 en el tiro de campo, 0 de 6 en triples y 2 de 5 en libres para esos paupérrimos 12 puntos en 12 minutos de juego!
Frente a esa penuria atacante local, el exuberante partido de John Collins, que en los tres primeros cuartos ya llevaba 25 puntos, 14 rebotes y 3 tapones.
Atlanta dominó la situación en el último cuarto a pesar del horrible desempeño en el tiro de Trae Young. Gallinari seguía haciendo daño y los visitantes llegaron a ponerse con 14 puntos de ventaja (73-87).
Apareció un par de veces el local Markieff Morris desde el triple y, sobre todo, surgió enorme en el último cuarto Montrezl Harrell para no dar por perdido el partido. Lakers lo luchó, pero nunca tuvo opción directa de triunfo.
Con 87-95, Trae Young destapó el tarro de las esencias al atrapar un rebote ofensivo y dar una asistencia de fantasía a Collins. Fue esa jugada la que le marcó definitivamente a los Hawks el camino directo a la victoria.
Lakers se puso como mucho a 5 puntos (92-97) tras 3 libres de Schröder, pero ya era demasiado tarde.
Lo mejor de los angelinos, los 23 puntos y 11 rebotes con 10 de 13 en el tiro de Harrell como líder de una segunda unidad que sumó 52 puntos.
Lo peor, dejando de un lado la lesión de LeBron, el camino descendente en el juego de Schröder y, sobre todo, la desaparición de Kyle Kuzma según avanzaba el juego y la inexistencia en ataque de Kentavious Caldwell-Pope durante todo el partido, así como el mal rendimiento del equipo desde el triple y las pérdidas de balón.
Ahora, Lakers se enfrenta a días difíciles sin LeBron y sin Davis. Veremos cómo se resuelven.