Houston Rockets es una franquicia encaminada a dejarse llevar ya hasta el final de la temporada. A sus malos resultados en plena reconstrucción caótica del equipo se suma la rebelión de P.J. Tucker y la lesión de Eric Gordon.
Gordon se lesionó anoche en el partido que su equipo perdió ante Sacramento Kings. Se trata de una lesión en la zona inguinal que le mantendrá fuera de las pistas entre 4 y 6 semanas.
Pierde así Houston a uno de sus grandes puntales, a un jugador que estaba promediando esta temporada 17,8 puntos en 29,2 minutos tras jugar 27 partidos, 13 como titular.
La lesión cierra cualquier rumor sobre la posible salida del jugador vía traspaso en el mercado invernal, que este año terminará en el inicio de la primavera (25 de marzo).
La baja del escolta se une a la decisión de Tucker de no jugar más con el equipo a la espera de ser traspasado.
La temporada de Rockets está siendo caótica. El equipo acumula 14 derrotas consecutivas, la relación con DeMarcus Cousins se rompió tras asegurar el contrato del pívot hasta el final de la temporada, Tucker ya no se vestirá de corto con el equipo, Gordon se perderá buena parte de lo que resta de temporada regular, Christian Wood sigue lesionado, aunque su regreso parece inminente, y el equipo está en manos de dos jugadores, John Wall y Victor Oladipo, que vienen de superar graves lesiones. El inicio de la era post-Harden no está siendo fácil.
Con ese panorama nadie parece dudar de que los Rockets tienen ya su mira telescópica enfocada en el próxima draft.