La NBA ha impuesto una multa de 50.000 dólares a Meyers Leonard y ha fijado además una suspensión de una semana al jugador de Miami Heat, que no podría llevar a cabo ninguna actividad deportiva.
La doble sanción pierde fuerza debido a que el pívot está parado por una lesión de hombro, de modo que no se queda fuera de la competición, porque ya está de baja. Además, Leonard se libra de perder 324.000 dólares de su sueldo por el hecho de no jugar los 5 partidos que su equipo tiene que disputar en el período de suspensión del jugador. Estar lesionado le ha resultado, en este caso, rentable.
La multa y la suspensión tienen su origen en el hecho de que Leonard profirió un insulto antisemita mientras retransmitía en directo un videojuego, y a esas dos medidas disciplinarias se suma la obligación del jugador de participar en un programa de diversidad cultural.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, ha emitido un comunicado en el que dice, entre otras cosas, que "el comentario de Meyers Leonard fue imperdonable e hiriente, y un término tan ofensivo no tiene cabida ni en la NBA ni en nuestra sociedad".
Mientras, el entrenador del sancionado, Erik Spoelstra, se ha expresado en parecidos términos que Silver, asegurando que el insulto utilizado por su jugador es "extremadamente desagradable e hiriente".
Leonard se disculpó vía Instagram y adujo que no era consciente de la carga negativa que encerraban sus palabras.
Miami Heat colaboró en la investigación iniciada por la NBA y suspendió en un principio por tiempo indefinido a su pívot, que no hay que olvidar que tiene para la próxima temporada (2021-2022) una opción de equipo que tendrá que ejercer Heat para que siga en la franquicia.