No ganan para sustos inesperados. ¡Los Lakers acumulan 4 prórrogas en los últimos 3 partidos! Y no las acumulan ante equipos que aspiren al título precisamente, no. Las acumulan ante Detroit Pistons y Oklahoma City Thunder, dos equipos de medio pelo diseñados para no aspirar a nada.
Primero fue la doble prórroga ante Pistons con Anthony Davis todavía en juego. Victoria por 135-129 con 46 minutos de juego para LeBron James y 45 para Davis, que no ha jugado los dos siguientes partidos.
Parecía que pudiera tratarse de un mero accidente, de un exceso de confianza del equipo angelino, pero lo que vino después corroboró el momento extraño que vive estos días el vigente campeón.
Dos partidos seguidos ante OKC Thunder y... ¡dos encuentros resueltos con prórroga! El primero, 119-112 tras un tiempo extra; y el segundo, 114-113 tras otra prolongación de 5 minutos. El horror de los horrores.
LeBron James jugó 43 y 41 minutos en esos dos choques, con Dennis Schröder cargando también exceso de tiempo en sus piernas.
El resumen de estos 3 partidos ganados de mala manera por Lakers es que LeBron ha tenido que jugar 130 minutos (43,3 por partido) cuando lo más lógico es que estos 3 compromisos le hubieran servido para descargarse de trabajo y darle un poco de reposo al cuerpo a sus 36 años. Sí, James tiene un físico privilegiado, pero tampoco hay que tentar a la suerte.
El segundo jugador que más ha participado en esos 3 juegos ha sido Schröder, que ha promediado 39 minutos, algo más de 4 minutos menos que LeBron, lo que da una idea de lo que ha exigido Lakers a su estrella en 3 partidos ante rivales llamados a la insignificancia.
Lo mejor para Lakers es que sigue ganando, incluso sin Davis, y que están ya en marca de 20-6, la segunda mejor del Oeste y de la NBA, solo superada por el 20-5 de Utah Jazz.