Warriors perdió con Celtics. Pero además perdió a Kevon Looney. Eso sí que parece preocupante teniendo en cuenta que ya está sin James Wiseman. Golden State se queda sin altos. Looney se torció un tobillo. Y ya no jugó en la segunda parte.
Más allá de ese contratiempo, Golden State le peleó el triunfo a Boston hasta el final. Pero no pudo ser. Stephen Curry estuvo demasiado solo en el ataque. Su mejor lugarteniente fue el mexicano Juan Toscano-Anderson. El hispano rindió muy por encima de lo esperado. Es un jugador que responde cuando se le pide estar.
Ganaron los Celtics porque tienen más armario. Más grande y más lleno. Sin tampoco lanzar las campanas al vuelo. Porque la segunda unidad de Boston no es para tirar cohetes.
El rebote fue de los visitantes. Y Jayson Tatum ejerció su liderazgo natural. Hizo 27 puntos y 9 rebotes. Aunque muchos contribuyeron en mayor o menor medida al triunfo visitante.
Kemba Walker no tuvo un buen día en el tiro. Pero sumó 19 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Jaylen Brown completó un doble-doble con 18 puntos y 10 rebotes. Es un jugadorazo. Además, muy buena labor de Grant Williams desde la suplencia. Hubo mejora significativa de Tristan Thompson. Y Daniel Theis sigue respondiendo. Todo ello sin el lesionado Marcus Smart. Baja importante.
En Warriors, Curry y más Curry. Stephen Curry terminó con 38 puntos, 11 rebotes, 8 asistencias y 7 triples. Y se unió al mítico Wilt Chamberlain como únicos Warriors con 17.000 puntos en su carrera con la franquicia.
Gran partido de Toscano-Anderson. El mexicano se fue a 16 puntos en 27 minutos. Metió sus 3 intentos triples. Igualó la mejor marca anotadora de su carrera. Aprovechó su oportunidad. Y se benefició de los problemas de faltas de Kelly Oubre Jr. Firmó este un buen primer tiempo y un inexistente segundo. Sigue estando en el disparadero.
Andrew Wiggins apareció a ratos. Y tuvo mala noche desde el triple. Bien Bazemore y contradictorio Draymond Green. Sigue sin encarar bien el aro. Y su equipo necesita que se involucre más en la anotación. Pero sigue aportando mucho en otras facetas. Es Draymond Green, para lo bueno y para lo malo.
Warriors llegó vivo al final. Con 102-107 falló un triple Jaylen Brown. Un triple que hubiera marcado casi el final del partido. Y ahí estuvo Green. Porque Green es Green. Rebote del ala-pívot de Warriors y pase de aro a aro para la canasta de Wiggins. El marcador se ponía 104-107. Había partido.
Sin embargo, de ahí al final Warriors anduvo renqueante. Sin opciones reales de triunfo. Acertó con los libres Tatum. Grant Williams también lo hizo en primera instancia, pero luego falló 2 seguidos. Y ni aún así tuvo su oportunidad Golden State.
Lo más que consiguió fue ponerse 107-111 con un triple de Toscano-Anderson. Y luego el mexicano lo dio todo en la jugada que podría haber sido el camino de la remontada. Cayó por el suelo con Tatum en plena disputa por el balón. Pero la bola fue para Celtics.
Curry no acertó en esos momentos finales. En realidad, fueron tiros un poco a la desesperada. A la carrera y bajo marca. De esos medio imposibles que suele meter Curry. Pero esta vez no entraron.
Ahora, Celtics queda en 11-8 y Warriors en un todavía positivo 11-10.