La situación de Washington Wizards es desesperada. En ese contexto surge la contratación de Jordan Bell. Bell regresa a los Wizards para firmar un contrato de 10 días que se hace posible gracias a la utilización de una hardship provision, según avanza ESPN.
La hardship provision (cláusula de adversidad) es una medida extraordinaria que la NBA permite a aquellos equipos que presentan una severa limitación en sus plantillas por culpa de las bajas, y el caso de Wizards es verdaderamente extremo, ya que tiene a 7 jugadores con Covid-19 y ha tenido que aplazar ya 6 partidos.
La cláusula especial permite al equipo en cuestión, en este caso Wizards, firmar un contrato estándar más de los que la normativa fija (16 en vez de 15), y es ahí donde entra la figura de Jordan Bell, que fue cortado por el equipo capitalino hace un mes.
Jordan Bell tiene 26 años, juega de ala-pívot, se situó en la segunda ronda del draft de 2017 y fue campeón de la NBA con Warriors, equipo para el que jugó los dos primeros años de su carrera profesional. Luego, la pasada temporada, estuvo en Minnesota y Memphis.
El ex de Oregon ha jugado 154 partidos en la NBA con medias de 3,8 puntos y 3,1 rebotes.