Warriors vivió dos tiempos bien diferenciados. Un primero en el que el equipo funcionó a pesar de que Stephen Curry apenas aportó y un segundo en el que la defensa de Indiana Pacers ahogó hasta el extremo a un equipo local que se vio impotente.
A pesar de ello, Golden State llegó con opciones a la recta final del partido. Ganaban los de Steve Kerr 90-88 a 5 minutos del final, pero fue ahí, en esa recta decisiva, donde los Pacers mostraron un mayor dominio de la situación y donde los Warriors encallaron definitivamente.
Parcial de 5-16 en esos 5 minutos que habla bien a las claras de la impotencia ofensiva del equipo local, que había llevado bastante bien el marcador durante todo el partido.
El mal de los locales empezó con un triple de Myles Turner y terminó con una canasta de Domantas Sabonis que puso ya un inalcanzable 90-100 a 1:33 del final.
Precisamente, Turner y Sabonis fueron piezas clave en el triunfo. El dúo interior de Pacers dominó la pintura ante la incapacidad manifiesta para capear el temporal por parte del novato Wiseman, que demasiado aislado en esta lucha se cargó de faltas en la primera parte y circuló por el partido sin poder atajar la sangría provocada por los altos del equipo rival.
Turner sumó 22 puntos, 11 rebotes y 4 tapones y Sabonis, que fue de menos a más, hizo 18 tantos, 14 rebotes y 6 asistencias.
Indiana jugó sin Oladipo, tuvo a Aaron Holiday en 16 puntos y 12 asistencias, no contó con la mejor versión ofensiva, ni mucho menos, de Malcolm Brogdon, un jugador que atrás siempre cumple, y sacó de inicio a Edmond Sumner, que hizo una muy buena labor defensiva sobre Stephen Curry.
La defensa de Indiana sobre Curry resultó ejemplar, a lo que se unió la poca iniciativa de la estrella local en el apartado ofensivo. Los Pacers utilizaron una caja más uno (cuatro jugadores en zona y uno en individual sobre Curry) y dicha opción de defensa mixta les dio buenos dividendos.
Warriors, mientras, tuvo dos partidos en uno: la primera y la segunda parte poco tuvieron que ver.
El hilo conductor en ambas es que el equipo local defendió bien. Pero el ataque fue otra cosa: 57 puntos en la primera parte y 38 en la segunda.
Lo que se reveló extraño es que a Warriors le fue mejor cuando peor le fue a Curry en ataque. Los roles se invirtieron. Andrew Wiggins, que ha ido mejorando partido tras partido, y Kelly Oubre Jr., que por fin apareció hoy para luego diluirse, fueron la avanzadilla ofensiva en la primera parte con 12 y 15 puntos, mientras que Damion Lee también lo hizo muy bien en la primera mitad.
Mientras, Curry se iba al descanso con 7 puntos y Wiseman lo hacía con 4 faltas, a la par que Draymond Green aportaba como siempre en defensa, pero dejaba poca estadística en su casillero.
En la segunda mitad, Green estuvo más activo, Curry mejoró algo, no mucho la verdad, y Warriors terminó mal, a lo que contribuyó la baja pandémica de Eric Paschall, un jugador importante que lidera habitualmente la segunda unidad.
Golden State terminó el partido por debajo del 40% en el tiro y tuvo como máximos anotadores a Wiggins (22 puntos, 7 rebotes y 5 tapones), sin duda el mejor jugador local, Curry (20 tantos) y Oubre Jr. (17 tras desaparecer en la segunda mitad). Green terminó con 7 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias