Malik Beasley se ha declarado culpable de un delito grave de amenazas con violencia, pero su situación legal no le impedirá jugar la temporada con Minnesota Timberwolves a partir de la concesión de un régimen de libertad condicional.
De la declaración de Beasley ha hablado su abogado, Steven Haney, que ha aclarado que el jugador no irá por el momento a la cárcel, ni tendrá que sufrir arresto domiciliario, lo que le permitirá jugar al baloncesto durante la temporada.
La condena a Beasley no superará en ningún caso los 120 días y si el jugador no genera problema alguno durante su tiempo en libertad condicional el cargo se verá reducido a un delito menor, ha explicado el abogado, según publica ESPN.
Beasley fue arrestado en septiembre tras un grave incidente protagonizado por el jugador en el exterior de su domicilio.
La denuncia a la policía explicaba que personas ajenas al jugador detuvieron su vehículo frente a la casa de este, lo que llevó a que el escolta de los Wolves saliera de su domicilio armado, golpeara la ventanilla del coche y apuntara a los desconocidos con un rifle 'invitándoles' a abandonar lo que consideraba su propiedad.
Tras la denuncia, agentes de la policía registraron el domicilio de Beasley, donde encontraron drogas y armas.
Por ello, sobre el jugador pendían también cargos por delitos relacionados con la droga encontrada en su casa y la receptación y ocultación de una propiedad robada (un arma), cargos estos que han sido desestimados por la justicia.
La decisión judicial tranquiliza a unos Timberwolves que tienen depositada una gran confianza en un jugador que desde su llegada al equipo promedió 20,7 puntos en 14 partidos, un jugador al que Minnesota ha renovado recientemente su contrato.