Boston Celtics empezará la temporada sin Kemba Walker. El equipo verde espera que el jugador se incorpore a principios de este mes de diciembre a las actividades en la pista, pero su puesta a punto para la competición no llegará hasta la primera semana de enero.
Ese es el mejor supuesto, según ha informado hoy el propio equipo.
El problema de Walker se localiza en la rodilla izquierda, la misma que le dejó fuera en 10 partidos de temporada regular entre los meses de enero y marzo, la misma que le siguió dando problemas cuando se reinició la campaña en la burbuja de Orlando meses después.
Por eso, el jugador consultó a una serie de especialistas e inició un programa de 12 semanas para fortalecer la rodilla.
Dentro de dicho programa, se han inyectado células madre en la rodilla lesionada del jugador con el fin de favorecer la regeneración de la misma.
De cumplirse el calendario previsto por los Celtics, la baja de Kemba no sería preocupante, ya que solo se perdería un par de semanas de competición.