El galimatías en el que se ha convertido el calendario deportivo en las distintas disciplinas como consecuencia de la pandemia de Covid-19 no es ajeno al baloncesto, con ecuaciones nuevas que parecen difíciles de resolver.
Una de ellas, y no precisamente menor, es la posible incompatibilidad entre el calendario de la NBA de la próxima temporada, ¡un calendario 2021-2021!, con el calendario del Preolímpico de baloncesto y los Juegos Olímpicos.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, confirmó lo que ya era un secreto a voces publicado por todos los medios, que la próxima campaña no podrá empezar en diciembre y que, en el mejor de los casos, podría arrancar en enero.
Como la liga no quiere rebajar su pretensión de que los equipos jueguen los 82 partidos de la temporada regular, emerge una complicación grave, ya que los playoffs de la NBA se solaparían con el Preolímpico (29 de junio a 4 de julio) y los propios Juegos Olímpicos (del 23 de julio al 8 de agosto).
Silver ha reconocido esta difícil situación y ha explicado que para la NBA resulta complejo planificar algo en torno a una cita olímpica que no se sabe si se va a poder disputar en esas fechas o ni siquiera celebrar en 2021.
"Es un tema que tendremos que tratar detenidamente", ha reconocido el mandamás de la liga, que ya ha advertido de que con el futuro calendario en la mano la complicación va a ser notable.
La NBA sabe que la no comparecencia de sus jugadores en los Juegos Olímpicos sería un golpe muy serio para la imagen de la liga, toda vez que los aficionados que la NBA tiene esparcidos por todo el planeta verían cómo sus combinados nacionales se quedan sin sus estrellas en un momento de importante exaltación nacional. Eso sin contar que los seguidores de todos los países, presentes o no en la competición, quieren ver una cita olímpica con los mejores en la cancha.
Jugadores como Giannis Antetokounmpo (Grecia), Luka Doncic (Eslovenia), Nikola Jokic (Serbia) o Jamal Murray (Canadá), solo por citar los más espectaculares ejemplos, no podrían ir a la cita preolímpica aunque quisieran. Y los Juegos Olímpicos se quedarían sin jugadores de la NBA por primera vez en 28 años, incluida la selección estadounidense al completo.
La resultante sería, además, mucho peor que la situación que se daba antes de 1992, ya que por entonces el número de extranjeros que jugaban en la NBA era muchísimo menor que el actual.