La vida de Gordon Hayward se ha tornada laberíntica. El jugador regresó anoche a la burbuja Disney, pero el calendario que tiene ante sí se torna complicado y se llena de dudas. Sigue lesionado, cumple ahora mismo cuarentena y en breve será padre por cuarta vez.
Por de pronto, Hayward está confinado en la habitación del hotel cumpliendo cuarentena tras permanecer 3 semanas fuera de la burbuja, tiempo en el que ha estado rehabilitándose de su lesión y en el que ha acompañado a su esposa en la recta final del parto.
Ni siquiera su entrenador, Brad Stevens, tiene claro ahora mismo, concentrado al máximo como está en la serie ante Raptors, cuáles son los plazos de su jugador para finalizar la cuarentena. "No sé cuándo finalizará el período de cuarentena", ha reconocido Stevens.
Hayward se lesionó en el primer partido ante Sixers, rival en la primera ronda de Boston. Jugó 34 minutos, logrando 12 puntos y 4 rebotes, antes de dañarse el tobillo derecho en la recta final del encuentro. Sufrió un esguince de grado 3 y se estimó que estaría alrededor de 4 semanas de baja. Pero ese pronóstico era el más optimista que se manejaba.
Ahora mismo, lleva 3 semanas sin jugar. El séptimo partido, si lo hubiera, de la serie con Raptors está fijado el 11 de septiembre. Parece prácticamente imposible que pueda jugarlo. Pero sí podría, en el mejor de los casos, disputar unas hipotéticas Finales del Este.
El problema radica en que su mujer dará a luz a mediados de septiembre, lo que implicaría una nueva salida de Hayward de la burbuja y una nueva cuarentena a su regreso. Un auténtico lío y, sobre todo, un calendario que haría muy complejo que el alero pudiera tener una continuidad física y una concentración mental en la postemporada de su equipo.