Tremendo susto en el Sixers-Celtics. El protagonista ha sido Tobias Harris, que ha sufrido una brutal caída en la recta final del tercer cuarto golpeándose la cabeza contra la pista de muy mala manera.
El jugador ha quedado inmóvil en el suelo boca abajo con un reguero de sangre tras él, siendo rápidamente atendido por los médicos.
Tensión máxima en la pista, silencio sepulcral y lógica preocupación por parte de todos al ver lo mala que había sido la caída, la sangre en el suelo y al jugador sin levantarse.
Finalmente, tranquilizó a todos ver cómo Harris abandonaba el partido camino de los vestuarios caminando por su propio pie. Se tapaba una parte del rostro con una toalla manchada de sangre.
En los vestuarios los médicos comprobaron que sufría una laceración en el ojo izquierdo, y la buena noticia fue que las pruebas a las que se le sometió revelaron que no tenía una conmoción cerebral, lo que le permitió volver vendado al partido.
Sorpresa total al verle ingresar en la cancha en el último cuarto. Una grandísima noticia.
Harris terminó el encuentro con 20 puntos. En el momento de su lesión llevaba 16 y era el máximo anotador de su equipo. Cuando tuvo lugar esa fatídica jugada, Philadelphia perdía por 3 puntos. Fue entonces cuando se marchó definitivamente Boston para ya no perder la ventaja y eliminar a los Sixers con un histórico 4-0.