La burbuja de la NBA está funcionando a las mil maravillas en Lake Buena Vista (Florida). Sigue sin haber positivos por Covid-19 entre los jugadores, la organización del campus no presenta contratiempos, el entorno de los partidos está bastante conseguido si se compara con otras competiciones deportivas y los playoffs están generando una gran expectación. Pero todo ello no quiere decir que no haya que aplicar ajustes al plan previsto.
En eso están tanto la NBA como el sindicato de jugadores (NBPA). La primera se plantea retrasar el inicio de la próxima temporada, que en principio estaba previsto para el 1 de diciembre; el segundo cree que debería retrasarse el arranque de la agencia libre, fijado el 18 de octubre, un par de días después de la ceremonia del draft.
Sigamos una cronología clásica y empecemos por el mercado. La asociación de jugadores cree que no sería muy práctico iniciar la agencia libre el 18 de octubre, y apuesta por retrasar su comienzo varias semanas.
La clave está en las cifras. No está muy claro el nivel de ingresos que tendrá la NBA en la temporada 2020-2021, porque todo dependerá de que se pueda jugar con público o no.
Por eso, la NBPA quiere retrasar la agencia libre, para tener un poco más claro en qué escenario económico se va a mover la liga, con el objetivo de fijar de la manera más fidedigna posible tanto el tope salarial como el impuesto de lujo.
La próxima temporada
La fecha de inicio de la próxima temporada también está en el aire. El calendario propuesto por la NBA fijaba el 1 de diciembre como inicio del curso 2020-2021, con apenas un mes entre el final de la agencia libre y el arranque de los partidos oficiales, una auténtica locura.
Ahora, ese calendario parece estar en revisión si nos atenemos a las palabras del comisionado de la NBA, Adam Silver: "Yo diría que el 1 de diciembre es un poco pronto", ha señalado a ESPN.
En el fondo de todo está la cuestión de si se podrá o no empezar con público en las gradas.
Para la NBA el que haya aficionados en los pabellones resulta capital, ya que las cuentas de la liga indican que el 40% de los 8.000 millones de dólares que se proyecta ingresar procederían de la presencia de la afición en los lugares de juego. Eso es muchísimo dinero.
De ahí que Silver apueste por retrasar un poco el comienzo de la temporada 2020-2021 con el fin de tener más probabilidades de que los partidos se puedan disputar con público, aunque a día de hoy, viendo la situación de Estados Unidos, se hace muy difícil pensar que va a ser posible volver a la normalidad de antaño en los próximos meses.