Respiran los Pacers. La lesión sufrida anoche por Victor Oladipo se ha quedado solo en un susto. El escolta de Indiana tuvo que abandonar la cancha cuando solo llevaba jugados 9 minutos. Un golpe en el ojo izquierdo fue el origen de su salida.
Una auténtica pena para un jugador que ya está por fin recuperado de una grave lesión y que disponía ya de la libertad que supone no sufrir una restricción de minutos en pista.
Oladipo se fue camino de los vestuarios. Ni siquiera pudo ver, nunca mejor dicho, la derrota de su equipo. Perdieron los Pacers 101-113. Mientras, Oladipo terminaba en un hospital, donde le revisaron el ojo dañado.
Nunca hubo opción de que regresara a la cancha. Lo comentó tras el encuentro su entrenador, Nate McMillan: "No hubo opción. Su visión era borrosa, no podía ver cuando hablamos con él en el descanso", aseguró el técnico.
Con esa visión borrosa llegó al centro médico, donde se le practicaron una serie de pruebas que descartaron cualquier tipo de lesión preocupante en el ojo.
El equipo ya ha dicho que no esiste en estos momentos una preocupación por el estado de Oladipo, cuyo estatus es de día a día, es decir, será evaluado a diario por los médicos para ver si puede o no puede jugar.