El experimental play-in ideado por la NBA para la burbuja de Orlando acabó por la vía rápida, aunque no estuvo exento de emoción. Portland, octavo clasificado, derrotó 126-122 a Memphis, noveno, y ahí se acabó todo. No habrá partido este domingo, los Blazers ya están en los playoffs.
A Portland le espera en primera ronda un hueso durísimo de roer, Lakers, pero cuidado con estos Blazers, son un equipo peligroso.
La burbuja le sirvió a los de Oregón para remontar la situación en la tabla hasta llegar al play-in en condiciones ventajosas y no desaprovechar la ocasión.
Los Blazers tuvieron a Damian Lillard nuevamente como máximo anotador. Acabó con 31 puntos, 10 asistencias y 14 de 14 en libres. Pero hubo hombres muy importantes en el triunfo, empezando por Jusuf Nurkic y C.J. McCollum, y sin olvidar a Carmelo Anthony.
Nurkic firmó un doble 20 en un partido crucial, y en unas condiciones personales especialmente delicadas por el fallecimiento de su abuela a causa de la Covid-19. Sus números en el partido: 22 puntos, 21 rebotes y 6 asistencias. Notable su duelo en la pintura con Jonas Valanciunas. La recuperación del bosnio para poder reengancharse a la competición ha resultado esencial a la hora de que Portland esté ahora en la postemporada.
McCollum, mientras, sumó 29 puntos pese a sus problemas en la espalda, pero lo más destacado es que 14 de esos 29 puntos los anotó en el crucial último cuarto. Carmelo aportó 21 puntos con 10 de 10 en libres. Su experiencia fue un grado.
Fue un partido con alternativas, un encuentro que empezó con dominio de Portland, con un 31-19 en el primer cuarto, pero que poco a poco empezó a equilibrarse con unos Grizzlies con gran confianza en sí mismos.
Memphis alcanzó el descanso perdiendo 58-52 y dio un hachazo al rival en la reanudación tras anotar 42 puntos en el tercer cuarto y ponerse 89-94 a 12 minutos del final.
Blazers era un mar de dudas en esos momentos. Los Grizzlies llegaron a ir 8 arriba con 9:55 por jugar. Pero los de Terry Stotts consiguieron reaccionar cuando peor les iban las cosas.
En un final en el filo, Portland supo aguantar hasta el 126-122 tras anotar 35 de 41 desde el libre en el partido.
Memphis se quedó a las puertas. No sirvieron los 35 puntos y 8 asistencias de Ja Morant, que llevaba días jugando con un dedo roto, que lanzó 28 tiros de campo y que perdió 8 balones. Tampoco los 22 puntos, 17 rebotes y 6 asistencias de un gran Valanciunas, ni los 20 de Dillon Brooks y de Brandon Clarke.
Los Grizzlies dominaron el rebote, asistieron 30 de sus 45 canastas, tuvieron acierto desde el triple, pero sufrieron 18 pérdidas de balón, un aspecto que les hizo mucho daño.
Al final, el play-in ideado por la NBA confirió una emoción especial a una burbuja que careció de ella en otros ámbitos.