Utah Jazz tiene un problema. Un problema grave. Sus dos máximas estrellas se han distanciado. La relación entre Donovan Mitchell y Rudy Gobert parece rota. Todo por culpa del coronavirus Covid-19. En el año en el que los dos jugadores consiguieron ser All-Star.
Gobert fue el primer jugador NBA en dar positivo. Su condición obligó a la suspensión de la competición. Los últimos partidos se jugaron el 11 de marzo. Se va a cumplir un mes. Mitchell fue el segundo jugador que dio positivo. Y ahí empezó el lío.
Mitchell da por seguro que Gobert le contagió. Y parece acusarle de desarrollar conductas descuidadas respecto al virus. Pero, en realidad, el contagio podría haberse dado al revés. Es decir, Mitchell podría haber contagiado a Gobert. Esa posibilidad no es descartable. Pero el escolta la descarta por completo. Culpa a sus compañero. Y no le perdona.
Si la separación viene solo por este asunto sería realmente incomprensible. A no ser que las conductas de Gobert hubieran sido realmente temerarias. Lo normal es que haya algo más de fondo. Pero eso se desconoce.
The Athletic informa del desencuentro. Lo hace Shams Charania. Su periodista estrella. Él habla de una ruptura a partir exclusivamente de la pandemia y los contagios.
Se habla de distancias insalvables. Una fuente cercana al caso no se corta. Asegura que la relación "no parece que sea algo recuperable".
Mientras, Joe Ingles aparece como un punto de anclaje. Como siempre. Es el pegamento del equipo dentro y fuera de la cancha. Parece que el australiano tiene confianza en que las aguas vuelvan a su cauce. Que sea así. Por el bien de los Jazz.