La solidaridad se pone en marcha en la NBA en plena crisis sanitaria y social causada por la expansión del covid-19, la enfermedad que ha paralizado la liga y que está causando un trastorno a nivel planetario.
Uno de los efectos de la suspensión de la NBA es la situación en la que quedan los trabajadores de los pabellones donde se entrenan y juegan los equipos.
El primero en mostrar su solidaridad con es colectivo fue Kevin Love (Cavaliers). Le siguieron Giannis Antetokounmpo (Bucks) y Blake Griffin (Pistons). Cada uno de ellos aportará 100.000 dólares para abonar salarios de los trabajadores de los pabellones de sus respectivos equipos.
Además, el novato Zion Williamson (Pelicans) se ha comprometido a abonar el salario de los trabajadores del Smoothie King Center durante los 30 días en los que la competición estará parada, en principio, aunque ese plazo podría ampliarse.
El último en sumarse a la causa es un afectado por el coronavirus, Rudy Gobert. El francés de Utah Jazz dio positivo en el test de la enfermedad y ese positivo fue el origen de la suspensión de la NBA.
Gobert ha asegurado que aportará 500.000 dólares para intentar paliar los daños que va a causar el coronavirus, según informa Deseret News.
De esos 500.000 dólares, 200.000 irán a los más de 800 empleados a tiempo parcial que trabajan en el Vivint Arena, el pabellón de Utah Jazz.