Primer duelo en la NBA entre LeBron James y Zion Williamson, un duelo que no decepcionó. Pelicans plantó cara a los Lakers y tanto James como Williamson brillaron en el Staples Center. Eso sí, LeBron se impuso en lo individual y en lo colecitvo marcando territorio.
De hecho, LeBron logró su mejor anotación de la temporada, su primer partido de 40 en el curso. Terminó el de Akron con 40 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, destacando los 16 puntos anotados en un gran tercer cuarto. Fue el líder indiscutible de Lakers en la victoria por 118-109.
Mientras, Zion Williamson se enfrentaba con 19 años por primera vez a su ídolo, y no lo hizo nada mal: 29 puntos y 6 rebotes en 33 minutos lanzando más tiros libres (19) que tiros de campo (18).
El partido presentaba muchos ingredientes de altos vueltos: el duelo LeBron-Zion, la visita de los ex Lakers Lonzo Ball, Brandon Ingram y Josh Hart a su antigua casa y el enfrentamiento de Anthony Davis ante su exequipo, el equipo en el que militó durante toda su carrera profesional antes de marchar a Lakers.
Destacar el partidazo que hizo Ingram en el Staples. Terminó con 34 puntos, 7 rebotes y un 60% en el tiro de campo. Lonzo Ball se acercó al triple-doble. Y Anthony Davis firmó 21 puntos, 14 rebotes y 6 tapones, pero con un pobre 6 de 21 en el tiro.
El partido empezó con un rotundo 17-4 para Lakers, pero Pelicans se repuso rápidamente de ese mal inicio para equilibrar el marcador jugándose ya el primer cuarto. El local Markieff Morris metió sus primeros puntos como Laker en su debut y Brandon Ingram cerraba el cuarto (30-26) con una canasta sobre la bocina.
Ya en el segundo, una canasta de Zion Williamson adelantaba por primera vez a los Pelicans (36-37). Se veía a un gran Nicolo Melli, Alex Caruso regalaba una asistencia de lujo por debajo de sus piernas para el mate de LeBron, Derrick Favors cometía su tercera falta, los Lakers se iban por 12 puntos (58-46) en un momento dado, Jrue Holiday se peleaba a muerte defendiendo a LeBron hasta cometer también su tercera falta y se llegaba al descanso con marcador de 64-58.
Por entonces, el rebote mataba a los de Nueva Orleans (1 rebote ofensivo por 10 de Lakers). LeBron llevaba 15 puntos, Zion ya estaba en 17, Ingram llegaba a 18 y Davis imponía su ley en los tableros.
El tercer cuarto nos dejó un arranque imparable de James, pero Pelicans aguantó la situación hasta terminar el cuarto solo 2 puntos abajo (88-86). LeBron se había disparado hasta los 31 puntos tras meter 16 en el cuarto.
Y llegó la definición. Lakers salió fuerte, Pelicans soportó la presión, Alex Caruso puso un tapón salvaje que dejó por los suelos a Lonzo Ball, Zion capturó un rebote ofensivo en la luna con un salto vertical prodigioso ante la impotencia de Dwight Howard, Davis se hizo daño en el hombro al poner un tapón de impresión a Melli... y LeBron puso las cosas en su sitio con un par de canastas que dejaron el luminoso en 114-104 para Lakers.
Los locales, además de LeBron y Davis, dispusieron de un grandísimo Danny Green (17 puntos, acierto desde el triple y gran compromiso defensivo). Bien Kentavious Caldwell-Pope desde la segunda unidad e intensísimo Caruso, autor de 8 puntos, 8 asistencias (6 en sus primeros 5 minutos de juego) y 2 robos en 17 minutos, incluyendo las dos jugadas ya mencionadas: pase de fantasía para James y tapón brutal a Ball.
En Pelicans, además de Ingram y Williamson, destacar la labor del italiano Melli y, por momentos de Ball. Jrue Holiday estuvo hiperactivo, pero acabó con 5 de 19 en el tiro. Eso sí, su desgaste en defensa fue tremendo.