A Ricky Rubio le sienta bien la paternidad. El jugador español ha exhibido su mejor juego en el Madison poco después de ser padre, motivo por el que se ausentó en el anterior partido. Su sociedad con el mejor Deandre Ayton ha roto a los Knicks.
Rubio, Ayton y Devin Booker han conformado un trío infernal que ha machacado al rival hasta ganar por un cómodo 98-121.
Todos ellos se han ido de la cancha a 2:10 del final, marchándose Rubio y Ayton de la mejor manera posible, con uno de los mejores alley-oops de la temporada: ¡Rubio pasando a Ayton de campo a campo para el mate del joven pívot! La afición neoyorquina ha aplaudido de verdad la jugada del rival. Bien lo merecía por su dificultad, alta estética y brillante acabado.
Ricky terminó el partido con 25 puntos, 8 rebotes, 13 asistencias y 4 robos de balón en 35 minutos. Completísima actuación que acompañó con un 10 de 18 en el tiro de campo y un 3 de 5 desde el triple. Enorme el catalán.
A su lado, Ayton fabricaba un espléndido doble 20 tras dominar los tableros a su antojo. El que fuera número 1 del draft sumó 26 puntos y 21 rebotes (su mejor marca en la NBA), con 11 de 15 en el tiro.
Además, 29 puntos de Booker, con un +31 en la cancha, por el también +31 de Ayton y el +24 de Ricky. Con ellos en la pista, Phoenix pasó por encima del rival.
Los Suns acabaron con un 51% en el tiro de campo, un 40 en triples y un 83 en libres, además de capturar 14 rebotes ofensivos y totalizar 31 asistencias. Todo ello aliñado con una notable defensa. No se ha notado la importante baja de Kelly Oubre Jr.
Los Knicks, más de lo mismo. Pobre juego colectivo, escasa defensa, nulo poder de reacción.
Julius Randle ha sido su mejor hombre con 26 puntos -feo su gesto en la jugada final-. Marcus Morris ha hecho 17 y Mitchell Robinson ha brillado puntualmente.
Por si fuera poco, New York ha perdido por lesión al novato RJ Barrett, que se torció de mala manera un tobillo en una penetración.