Restaban 2:45 para la conclusión del tercer cuarto, Lakers dominaba a Knicks 81-62 y todo parecía tranquilo en el Staples Center, pero entonces llegó la jugada fatídica: Anthony Davis intentó taponar a Julius Randle y sufrió una aparatosa caída que enmudeció al Staples Center.
Davis cayó de espaldas y se golpeó duramente contra la cancha. De inmediato se pudo ver al jugador tendido boca abajo con una mano en la parte baja de su espalda y con la otra golpeando con el puño la pista con evidentes signos de dolor.
El All-Star permaneció durante varios minutos tendido en la cancha, rodeado de sus compañeros de equipo y atendido por el médico. Tras esa larga espera consiguió levantarse y marcharse al vestuario por su propio pie. Eso sí, despacio, muy despacio. Aquí tenéis la jugada y lo que ocurrió después.
El jugador sufre, en principio, una contusión sacra, si bien está pendiente de una evaluación médica más profunda, evaluación que se llevará a cabo hoy cuando se someta la parte dañada a una resonancia magnética.
En Lakers se da por hecho que Davis no estará en los partidos que el equipo va a afrontar como visitante ante Mavericks y Thunder, aunque habrá que ver el alcance real de la lesión, ya que la baja podría ser más prolongada.
Lakers ganó 117-87 a New York para conseguir su 30ª victoria de la temporada, un triunfo que quedó empañado por la lesión de Davis, que solo pudo hacer 5 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias en el partido.
Anthony Davis está haciendo una sobresaliente temporada de debut con Lakers, ya que promedia 27,1 puntos, 9,4 rebotes y 2,6 tapones en 35 partidos.