Tiene 35 años, una enorme técnica individual y un corazón inmenso. Es J.J. Barea, santo y seña de los Mavericks, el único jugador que queda en el equipo texano de la plantilla que ganó el único título de la NBA logrado hasta la fecha por Dallas. Sucedió en 2011
Pues bien, el incombustible Barea sigue añadiendo peldaños a su trayectoria, una trayectoria que pareció truncarse definitivamente cuando la pasada temporada se dañó el tendón de Aquiles.
Aquella lesión, dada su edad, provocó que muchos pusieran en duda el regreso de Barea a las pistas o, al menos, su rendimiento al regresar al juego.
Todo aquello es ahora agua pasada. Barea ya había mostrado esta temporada un notable estado físico en los pocos partidos que jugó. Y esta noche fue el mejor ejemplo de cómo puede ayudar a su equipo.
J.J. ejerció por primera vez como titular en el presente curso.
El de Mayagüez sumó 10 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias en 21 minutos tras un brillante primer cuarto.
En un partido que Dallas ganó 123-111 a Brooklyn Nets con Luka Doncic decidiendo el choque al anotar 15 de sus 31 puntos en el cuarto final y acabar con 31 tantos, 13 rebotes y 5 asistencias. Y con Seth Curry añadiendo 25 puntos tras meter 5 triples sin fallo. Todo ello sin los lesionados Kristaps Porzingis y Tim Hardaway Jr.
Con 35 años, Barea sigue sentando cátedra con su rendimiento. Productividad máxima. Ha jugado 9 partidos con medias de 9,6 puntos y 3,1 asistencias en solo 14,6 minutos de acción. Todo ello con un 48,4% de acierto desde más allá del arco.