La relación entre Miami Heat y Dion Waiters está rota. Parece que es una relación insalvable. El jugador ha vuelto a ser suspendido por su club. Es la tercera vez que esto sucede en la presente temporada.
La primera sanción le impidió jugar el partido inaugural. Le cayó un encuentro. Por una discusión con su entrenador, Erik Spoelstra, en la pretemporada.
La segunda fue mucho más grave. Estuvo 10 partidos sin jugar. Sufrió un ataque de pánico en pleno vuelo del equipo. Había consumido sustancias estupefacientes.
Ahora le caen 6 encuentros de suspensión. Por su continuada insubordinación. Lo dice el club. No podrá jugar hasta el 27 de diciembre. Ese día Heat se medirá a Pacers.
En realidad, no jugar es lo de menos. Waiters no ha disputado ni un solo segundo en lo que va de temporada. Lo de más es la guerra existente entre jugador y club.
Sus continuas insubordinaciones y actitudes le están costando caras. Waiters ya ha perdido 1,4 millones de los 12,1 millones de dólares que tiene estipulados esta temporada.
Le queda contrato hasta 2021. La próxima campaña percibirá 12,65 millones. Y parece claro que la relación no se va a prolongar tanto en el tiempo.