Otra noche luminosa de Derrick Rose, otra resurrección plenamente emocional del que fuera MVP de la NBA. Sucedió anoche, en Nueva Orleans, en el Pelicans-Pistons. Rose se disfrazó de héroe en el último cuarto y llevó el papel hasta sus últimas consecuencias.
El base de Detroit Pistons apenas había anotado 4 puntos en los primeros 3 cuartos, pero llegó el último y todo cambió: ¡17 puntos en el cuarto período y canasta ganadora en el último segundo!
Ganaron los Pistons 103-105 con esa cesta triunfal de Rose anotada a 0,3 segundos del final. Y el base acabó el partido con 21 puntos y 7 asistencias en 28 minutos de juego.
Con 31 años y un cuerpo lleno de 'heridas', Rose se resiste a dejar de lado su halo mágico.
Está haciendo el ex de Bulls una buena temporada en su primer año en los Pistons y, de vez en cuando, ofrece una actuación sobresaliente y decide partidos.
Rose ha jugado 19 partidos en este arranque de temporada en los que ha promediado 16,1 puntos y 5,8 asistencias jugando solo 23,7 minutos. Enorme productividad procedente de un superclase.