Todos los focos estaban puestos en Jimmy Butler. El All-Star regresaba a Filadelfia tras rechazar quedarse en los Sixers para irse a Miami Heat. El recibimiento fue claramante hostil, con continuos abucheos por parte de su antigua afición.
No fue una noche feliz para Butler por muchos motivos: los abucheos del público, la derrota de su equipo, que jugó un horrible encuentro, y el baño de baloncesto que le dio a título individual Josh Richardson.
En un cara a cara entre vidas cruzadas, Josh Richardson, ex de Miami Heat, pudo con Jimmy Butler, ex de Philadelphia 76ers, y los locales apabullaron a los visitantes.
Philadelphia venció 113-86 tras relajarse en el cuarto final. El parcial del primer cuarto ya fue de 28-13, al descanso ganaban los Sixers por 20 puntos (55-35) y al final del tercer acto la ventaja era ya apabullante: 92-59.
En ese marco desigual, Richardson actuó a placer. Inmenso su partido, reflejado en estadísticas de ensueño: 32 puntos en solo 25 minutos de juego, con 11 de 15 en el tiro de campo y 6 de 7 desde el triple, además de una gran labor defensiva.
Frente a ese brillante despliegue, Butler quedó en nada, terminando el encuentro con 11 puntos y 5 rebotes a pesar de jugar 5 minutos más que su rival. Presentó un pobre 4 de 13 en el tiro.
Sixers, que se coloca con 11-5, derrotó a Heat, que ahora está con 11-4, partiendo de inicio con su cinco de gala, ya que el estelar Richardson volvió al juego tras perderse los 2 partidos anteriores por problemas físicos.
Joel Embiid firmó 23 puntos y 11 rebotes en 25 minutos, Tobias Harris añadió 19 con 8 rebotes y el dominicano Al Horford acabó con 16 tantos y 6 rebotes en 24 minutos.
El máximo anotador visitante fue el novato Tyler Herro, autor de 20 puntos. Tanto él como el también suplente Goran Dragic (18 tantos) fueron de lo mejor de un equipo que resultó decepcionante.