El gran protagonista de la noche era Mike Conley. El veterano base jugaba por primera vez en Memphis como visitante tras pasar todas su carrera NBA en los Grizzlies. Fue un regreso repleto de muestras de cariño, pero al final resultó agridulce.
Agridulce porque Utah Jazz perdió sorprendentemente ante los Grizzlies (107-106) y porque su relevo natural pudo con él.
Ja Morant, número 2 del último draft, se encargó de enturbiar el regreso de Conley a Memphis con las mejores artes, una artes consistentes en el buen juego, la determinación y la brillantez.
Morant lideró el triunfo con 25 puntos y 8 asistencias, lanzó 22 veces a canasta, ofreció jugadas de verdadero talento y pudo con un Mike Conley que se quedó en 15 puntos y 3 asistencias tras un mal comienzo y tras terminar el partido con un pobre 5 de 19 en el tiro.
La noche fue definitivamente emotiva para Conley. Se reencontró con su viejos amigos y con su afición de siempre, una afición que le brindó una muy cálida bienvenida, y hubo, por supuesto, vídeo de homenaje. Todo ello tuvo que pesar a la fuerza en el ánimo del jugador.
Memphis contó con 6 jugadores que anduvieron en los dobles dígitos anotadores, con Dillon Brooks en los 20 puntos.
Mientras, Utah tuvo en la veintena de puntos a Donovan Mitchell, Bojan Bogdanovic y un gran Rudy Gobert, que se acercó al doble 20 y puso 5 tapones.