Los Warriors no levantan cabeza desde las aciagas Finales de 2019. Las lesiones han destrozado un proyecto fracturado además por la marcha de Kevin Durant. Ahora le toca a Stephen Curry ahondar aún más en la profunda crisis de un proyecto que se trasladó a San Francisco para romper moldes.
Curry ha pasado hoy por el quirófano. El jugador se ha sometido a cirugía en el Instituto Cedars-Sinai Kerlan-Jobe de Los Ángeles para reparar la fractura que sufre en el segundo metacarpiano de la mano izquierda. El plazo para recuperarse se estima como mínimo en 3 meses. Durísimo palo para la franquicia.
Eso quiere decir que Curry, que se lesionó en la derrota de Warriors ante Suns, se perderá un mínimo de 45 partidos esta temporada.
La situación de Warriors empieza a ser insostenible tras un mal arranque de temporada. El equipo perdió a Klay Thompson (lesión de rodilla) y Kevin Durant (lesión de Aquiles y marcha a Brooklyn Nets), y ahora se queda sin Curry.
Ahora mismo, Draymond Green y D'Angelo Russell tendrán que sostener a un club cuyo acceso a los playoffs en el tremendo Oeste empieza a peligrar, dada la pobre segunda unidad con la que cuenta el equipo.
Curry estaba llamado a liderar de una forma espectacular a este equipo, algo que parecía confirmar su gran pretemporada, pero que ha quedado ahora truncado de forma desoladora.