Un día después de presentar a sus dos grandes adquisiciones, Kawhi Leonard y Paul George, los Clippers han hecho lo propio con su gran apuesta como club, el que ha de ser su nuevo pabellón polideportivo.
El nuevo pabellón, que todavía está por construir, se ubicará en la zona de Inglewood -histórica en el plano baloncestístico por situarse allí el antiguo Forum de los Lakers-, costará más de 1.000 millones de dólares y tendrá una capacidad para 18.500 espectadores.
El propietario de los Clippers, Steve Ballmer, ha presentado con gran orgullo el que será un gran proyecto personal que diferenciará a los Lakers y a los Clippers, que hasta ahora comparten pabellón, el Staples Center.
La nueva instalación tendrá forma de diamante, incluirá paneles solares en su parte superior, parecerá en realidad un balón de baloncesto y exhibirá el logo de los Clippers atravesando una red.
Además, el proyecto incluye la sede corporativa de la franquicia, un centro de capacitación, una clínica de medicina deportiva, canchas comunitarias y un área con una pantalla gigante para ver los partidos desde el exterior.
Todo con financiación privada, aunque con un escollo consistente en la demanda presentada por la empresa Madison Square Garden, propietaria de The Forum de Inglewood, algo que, en principio, no parece preocupar lo más mínimo ni a Ballmer ni a sus Clippers.