Tres contratos inflados y poco productivos en acción. Activos en el traspaso protagonizado por Memphis Grizzlies y Atlanta Hawks. Viaja a Atlanta el tóxico Chandler Parsons. El camino inverso lo emprenden los dudosos contratos de Solomon Hill y Miles Plumlee.
Es difícil encontrar un acuerdo más ruinoso que el de Parsons. En la franquicia de los Grizzlies fue la peor decisión que se recuerda. ¡Le firmaron en su día por el máximo! Sí, ¡94 millones de dólares por 4 temporadas! A cambio de esa apuesta, la ruina.
Parsons tiene ahora 30 años. Y se ha pasado lesionado buena parte de su contrato. En los últimos 3 años jugó 95 partidos. Promedió en ellos 7,2 puntos. Y aún le queda un año de acuerdo. El próximo. Cobrará 25,1 millones de dólares. Problemas de rodilla permanentes le lastraron. Un desastre.
Informa Adrian Wojnarowski en ESPN que Memphis intentó rescindir el contrato. Pero no hubo forma. Por eso decidió el traspaso. Para quedarse con dos contratos más pequeños. Por lo tanto, más vendibles en el mercado.
El jugador pasa a ser ahora el mejor pagado en Hawks. Eso sí, los 3 contratos más importantes del equipo finalizan en 2020. Son los de Parsons, Evan Turner (18,6 millones) y Allen Crabbe (18,5).
Llegan a Memphis dos contratos también en su final. Y no precisamente buenos.
Solomon Hill tendrá un salario de 12,76 millones el próximo año. El pasado curso promedió en Pelicans 4,3 puntos y 3,6 rebotes. Llegó a Atlanta en el draft y ha durado poquísimo en la franquicia.
El de Miles Plumlee acabará con sueldo de 12,5 millones. El pasado curso promedió 4,4 puntos y 2,2 rebotes con Atlanta. Y solo disputó 18 partidos. Un desastre también.
Eso sí, los Grizzlies acaban con una pesadilla. Se quinta de encima a Parsons. El mayor error de su historia.