Los peores pronósticos se han cumplido. La resonancia magnética a la que se ha sometido hoy Kevin Durant en Nueva York ha revelado que tiene roto el tendón de Aquiles derecho. De hecho, el jugador ha pasado ya por el quirófano.
La fotografía que ilustra esta información ha sido publicada por Durant en Instagram tras ser operado.
En el texto que acompaña a la foto Durant afirma: "Me rompí el Aquiles. Lo cirugía ha sido hoy y ha sido un éxito".
El alero reconoce que siente un profundo dolor por cómo han sucedido las cosas. "Me duele profundamente, pero estoy bien", ha escrito.
Durant solo pudo jugar 12 minutos en su única aparición en las Finales entre Warriors y Raptors. Llevaba sin jugar desde el 8 de mayo por una lesión muscular en el gemelo derecho, regresó a la competición, anotó 11 puntos en el primer cuarto y se lesionó en el segundo sin mediar contacto alguno, pero fue mucho peor de lo imaginado, ya que la lesión no se localizó en el gemelo sino en el tendón de Aquiles.
Tras el partido, el general manager de Warriors, Bob Myers, anunciaba entre lágrimas que Durant tenía una lesión en el tendón de Aquiles. Quedaba ver cuál era el alcance exacto de la misma. La rotura era la peor versión y esa versión es la que ha sido.
La última estrella de la NBA que sufrió este tipo de lesión fue su ahora compañero DeMarcus Cousins, y a la vista está lo complejo que es recuperarse de ella.
El puertorriqueño J.J. Barea también se rompió el tendón de Aquiles esta temporada y está en pleno proceso de recuperación, una recuperación que en estos casos siempre es muy larga.
Durant iba a convertirse en agente libre este verano. Habrá que ver qué pasa ahora. El alero tiene una opción de jugador sobre la próxima temporada, su último año de contrato, que está valorada en 31,5 millones de dólares.